Cómo hacer un presupuesto y cumplirlo

Todos hemos estado allí. Pasa algo desagradable, y nos recuerda que realmente tenemos que aprender cómo hacer un presupuesto y mejorar la administración de nuestro dinero. Muchas personas pueden tenerle miedo a la idea de crear y apegarse a un presupuesto.

La Fundación Nacional de Asesoramiento de Crédito realizó una encuesta en 2018 e informó que menos de la mitad de todos los estadounidenses, solo el 41 por ciento, establece y mantiene un presupuesto. Por otro lado, LendingClub Corporation, la empresa matriz de LendingClub Bank, publicó que para junio de 2022, el 61% de los estadounidenses dijo que vivían de cheque en cheque, frente a un mínimo del 52% en abril de 2021 y del 55 % en junio de 2021.

Los datos son pésimos, pero esto es comprensible. Presupuestar implica privación, y no es parte de la naturaleza humana disfrutar sintiéndose privado de algo. Pero tampoco tienes que resignarte a una vida de estrés financiero continuo si tienes unas metas financieras con un plan de acción. Sigue adelante para conocer cómo crear un presupuesto y técnicas para apegarte a él.

Este asunto de la elaboración de presupuestos no tiene que ser algo de una sola vez. Oculto en la psicología, detrás de la creación de un presupuesto, está el viejo refrán de que "la práctica hace al maestro". Muchas personas se niegan a hacer un presupuesto simplemente porque no reaccionan bien ante la presión y no quieren arriesgarse a fracasar. Si consideras que tu presupuesto es demasiado ajustado, modifícalo y vuelve a intentarlo.

Otros se rinden desde el principio. Suman todos sus gastos mensuales y comparan el total con sus ingresos solo para descubrir que la primera columna supera irremediablemente a la segunda. Pero, piensa. Muchos de esos números, en la categoría de gastos, no están "grabados en piedra". Los servicios de streaming y telefonía celular se pueden reducir. Los gastos opcionales casi siempre se pueden recortar.

También es posible que ocurra lo contrario, al desglosar el presupuesto. Después de contar los gastos y los ingresos, es posible que descubras que, después de todo, las cosas realmente no están tan mal. Esto te dará un impulso psicológico.

No hay una sola forma "correcta" de presupuestar. El primer paso es encontrar un método de presupuestar adecuado para ti. Puedes ajustar cualquiera de estos tipos de presupuestos para satisfacer tus necesidades.

• El presupuesto 50/30/20 ha existido desde hace tiempo, y algunas personas confían en él. La mitad, es decir, el 50 por ciento de tus fondos disponibles de tu presupuesto mensual deben destinarse a los gastos fijos: alquiler o hipoteca, servicios públicos, primas de seguros y similares. El 20 por ciento de esa cantidad de dinero se destina al ahorro y el 30 por ciento al gasto opcional. Esto elimina de la ecuación algo de la privación porque se toman en cuenta tanto los deseos como las necesidades. Y nada dice que no puedas modificar la fórmula, tal vez dedicando solo del 10 al 20 por ciento a gastos opcionales debido a que tus costos fijos son altos. Esto sigue siendo mejor que nada.
• El objetivo del presupuesto de Suma Cero es llegar a cero dólares al final del mes, no sobregirar y confiar en las ganancias del próximo mes para compensar la diferencia. Asegúrate de monitorear cuánto dinero tienes a medida que avanza el mes. Si tienes US $ 2,000 más de ingresos para fin de mes, pero tienes US $ 2,100 en facturas que debes pagar para entonces, tendrás tiempo para adaptarte, incluso si el ajuste significa una pequeña privación. En el mejor de los casos, te quedará un poco de dinero a final de mes que podrás usarlo para el ahorro.
• El sistema de sobres podría funcionar si el gasto opcional es tu debilidad. Pon tu plástico fuera de tu alcance, no se permiten tarjetas de crédito aquí. Establece al inicio de cada período de pago cuanto puedes gastar de manera realista en deseos en lugar de necesidades y convierte esa cantidad en efectivo. Luego, coloca ese dinero en un sobre, debería ser suficiente dinero para tus deseos. Gasta de ese sobre durante todo el período de pago, y cuando se acabó el efectivo, pues se acabó. Sí, otra vez empieza la privación, pero nadie dijo que esto iba a ser fácil. Incluso puedes dedicar un sobre diferente a cada uno de tus gastos variables, como gasolina, comestibles, café y comidas en restaurantes.

Todos estos enfoques requieren cierta medida de disciplina y debes anticipar algunas fallas. Solo hay que identificar qué hacer para que estas fallas funcionen para ti.

Algunos psicólogos sugieren tratar de identificar los sucesos que hacen que se desencadenen los gastos. Mantén un diario o una hoja de cálculo Excel y anota cada vez que salga dinero que no estaba asignado en tu presupuesto. También toma nota de lo que estaba pasando en tu vida en ese momento. Un patrón no deseable puede desarrollarse incluso en un período corto, y estar prevenido es estar preparado.

Como ejemplo, tal vez te des cuenta de que a menudo sientes la necesidad de pasar por el bar que está de camino a tu casa para relajarte cuando tu jefe te molesta. Es posible que no puedas deshacerte de tu jefe, pero tal vez podrías, en vez, pasar por la licorería para comprar alcohol, lo que podría resultar en menos salida de dinero para ti.

No lo hagas solo. Haz que crear y mantener un buen presupuesto una cosa fácil. Esto es posible, por ejemplo, con la utilización de unas plantillas de presupuestos de entre las numerosas aplicaciones de presupuesto disponibles para tu tablet o teléfono. Deja que otros hagan los cálculos mientras tú te enfocas en proteger tus finanzas personales.

Las sorpresas no son buenas, y sí, algunos gastos imprevistos saldrán de la nada. Tal vez habrá que hacer un pago de un copago si te tuerces el tobillo y tengas que ir al médico. Pero no pases por alto ni minimices ningún gasto que puedas planificar. ¿En serio solo vas a gastar US $ 32 por semana en comida? Sé realista. Las ilusiones pueden arruinar incluso los mejores presupuestos.

Las tiendas de descuento y de compra a granel son lugares peligrosos. La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB por sus siglas en inglés) indica que las personas tienden a gastar innecesariamente cuando creen que se les presenta la oferta de su vida. Pregúntate si realmente necesitas almacenar 27 sacos de arena para gatos en tu garaje solo porque cada uno tenía un descuento de US $1.

Por último, no seas demasiado duro contigo mismo. Hacer un presupuesto es un desafío hasta para los mejores, y apegarse a uno no debería significar que siempre tengas que sentirte miserable y con ganas de comprar cosas el resto de tus días. Date un capricho de vez en cuando. Estás caminando, paso a paso, y esto es a largo plazo.

Solo asegúrate de que el gasto sea razonable, e idealmente, que sea un gasto de una sola vez, a diferencia de un pago continuo, como el de una mensualidad para pago de automóvil. Después de todo, la psique humana no prospera si se siente con carencias.