¿Se puede impugnar un testamento?

Un individuo generalmente redacta un testamento para asegurarse de que, al morir, su propiedad pase a manos de las personas que desea que las obtengan. Sea como herederos universales o como legatarios, es decir, con derecho a ciertos bienes o propiedades en lo particular, el testamento es un instrumento legal que busca cumplir con este fin. En ocasiones, las indicaciones en un testamento van en contra de la voluntad de las personas herederas. Es en esos casos en los que la opción de impugnar un testamento puede ser puesta en la mesa. Sigue leyendo para conocer qué es impugnar un testamento, quién tiene las facultades para hacerlo y en qué casos proceder con esta acción.

¿Qué es impugnar un testamento?

Impugnar un testamento es decir estar en desacuerdo con los términos del mismo y solicitar su invalidez. Esto puede llegar a suceder cuando fallece un familiar, y tras la lectura del testamento se manifiesten algunas personas en contra de las indicaciones incluidas en el mismo. En esos casos frecuentemente se solicita que el testamento sea considerado inválido o nulo. Es así como una persona puede tratar de cambiar las indicaciones de un testamento ya que la persona en cuestión haya fallecido, y se considera un trámite civil.

Los derechos sucesorios son las normas que regulan la transmisión de la propiedad cuando una persona muere, y otros aspectos de las herencias, como que significa la capacidad mental del testador, o las causas legales en caso de que se esté contemplando una desheredación.

¿Quién puede impugnar un testamento?

Para que una persona cuente con las facultades de impugnar un testamento, tiene que aparecer en el testamento en cuestión. Aunado a esos casos, es posible que un heredero no aparezca pero se entiendo como tal debido a su relación con la persona fallecida. Hijos, hijas, madres, padres o cónyuge son personas elegibles para este derecho.

Al momento de querer ejercer el derecho de impugnar un testamento, la persona interesada debe de poder cumplir con los siguientes requisitos:

  • Mostrar que aparece como heredero o heredera en el testamento;
  • Tener una causa válida que justifique proceder con el acto civil de impugnar un testamento; y
  • Demostrar la capacidad necesaria en salud mental para proceder con el procedimiento.

Motivos para impugnar un testamento

A medida que pasa el tiempo, las circunstancias pueden cambiar de tal manera que quizá la persona, en su libre disposición, cambie de opinión y desee nombrar a diferentes beneficiarios. Esto puede deberse a una disputa mutua con los beneficiarios originales o al fallecimiento de los mismos. Para cambiar los términos de cómo se hará la repartición de los bienes y evitar una demanda judicial por impugnar un testamento, se puede optar por hacer que el testamento anterior tenga el estado de nulo y sin efecto.

Qué hacer con un viejo testamento

La destrucción física de todas las copias del antiguo testamento suele ser suficiente para anularlo. La destrucción se da de varias maneras: rompiendo las copias del testamento en pedazos, triturándolas o escribiendo el término "ANULADO" con letras grandes en sus páginas.

Para asegurar la nulidad del testamento, lo mejor es que quede destruido por completo. Si anulas tu testamento de esta manera, pero no lo reemplazas por uno nuevo, tus propiedades pasarán a tus legitimarios o herederos forzosos de acuerdo con el código civil de intestados de tu estado. Esto significa que no serás tú el que determine quién recibirá tu propiedad. En su lugar, se transferirán porcentajes o la totalidad de tu propiedad a tus herederos legítimos o parientes vivos, según lo dispuesto por la ley estatal, y es más probable que se comience un proceso de impugnar un testamento por inconformidad.

Validez de un nuevo testamento

Normalmente, un testamento nuevo anula todas las versiones anteriores, siempre y cuando sus términos sustituyan los términos del testamento anterior y no tengan defectos de forma en su redacción. Este método de anulación tiene ventajas sobre la sola destrucción de la versión anterior, porque conservas la capacidad de disponer de tu propiedad como mejor te parezca en lugar de confiar en el código de intestado. Aun así, es una buena idea destruir los testamentos anteriores para minimizar la confusión al momento del fallecimiento del testador.

El tipo de procedimientos y los requisitos para redactar un testamento válido varían según el estado, pero generalmente deberás escribir el contenido del testamento ya en los nuevos términos, es decir, como tus últimas voluntades. Puedes escribir un testamento ológrafo, es decir, con tu puño y letra, o preparar uno para ser firmado en presencia de dos testigos y un notario, donde se manifiesta que lo estás haciendo con cabal juicio y en plenas facultades mentales. Por lo general, los testigos no deben tener una participación financiera en el testamento y deben ser mayores de 18 años. A este tipo de testamento se le conoce como testamento abierto. Asegúrate de fechar el nuevo testamento para establecer que se redactó más tarde que las versiones anteriores, y evitar la disconformidad o acusaciones de impugnar un testamento.

Una buena idea es asesorarte con un abogado especialista que te ayude con la redacción del testamento. Este abogado especializado verificará su validez y tendrá la capacidad legal de conservar una copia autorizada que develará al momento del fallecimiento del testador.

Redactar un codicilo

Un codicilo es una forma de enmendar un testamento “anulando” efectivamente ciertas partes del mismo. Esta es una estrategia efectiva en caso de que solo desees cambiar una pequeña parte de la herencia incluida en tu testamento. Los requisitos para redactar un codicilo reflejarán, en la mayoría de los aspectos, los requisitos para redactar un testamento válido en tu estado. El codicilo debe hacer referencia al antiguo testamento y especificar qué cláusulas específicas se están modificando, y de preferencia ser redactado por abogados expertos en el tema.

Regalar propiedad

Otra forma de anular una disposición específica de un testamento es regalando la propiedad en cuestión mientras aún estás vivo. Si tu testamento hace un regalo específico a una persona y luego entregas ese activo antes de tu muerte a otra persona, el beneficiario original no recibirá ni el artículo ni otra propiedad en su lugar, dado que ya no lo tienes en tu poder.

Este método de dejar sin efecto una determinada disposición se conoce como revocación. Por ejemplo, si en tu testamento le dejas tu anillo de compromiso a tu sobrina, pero luego se lo regalas a tu hija, tu sobrina no recibirá nada cuando fallezcas. Esto solo funciona cuando tu testamento se refiere a artículos específicos y no le da al destinatario la opción de recibir otros bienes si el artículo no está disponible.

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