Agente inmobiliario: ¿Para qué contratar uno?

Si necesitas redactar un contrato, buscas un abogado. Si necesitas presentar la declaración de impuestos de tu negocio, buscas un contador certificado. Son profesionales con la experiencia y conocimiento técnico necesario para que obtengas los mejores resultados.

Lo mismo aplica cuando quieras vender o comprar tu casa. No importa si buscas comprar una casa nueva o vender la que ya tienes, la mejor opción es pedir la ayuda de un profesional en bienes raíces que sea agente inmobiliario, y aquí te explicamos por qué.

Un agente inmobiliario (realtor) es un agente de bienes raíces experimentado con licencia de agente inmobiliario y que pertenece a la Asociación Nacional de Realtors (NAR por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Los agentes inmobiliarios tienen un código ético estricto y siempre les dan prioridad a los intereses de sus clientes. No todos los agentes de bienes raíces son agentes inmobiliarios registrados.

Los agentes de bienes raícen típicamente solo trabajan por comisión. Reciben su pago cuando se cierra el trato. Es un trabajo que lleva mucho tiempo, pueden pasar hasta días o semanas buscando casas en venta que se ajusten a las necesidades de sus clientes, llevando los clientes a ver las propiedades, y por último negociando la venta. Todo ese tiempo y esfuerzo queda en el aire si el proceso de compra no se cierra.

La comisión de los agentes puede ser entre el 6 y 8 por ciento del valor total de la venta. ​ Un agente individual no recibe la comisión completa, sino que se divide entre los agentes del vendedor y comprador y sus corredores respectivos.

Muchos dueños tratan de evitar pagar las comisiones y anuncian que sus casas están en venta por parte del dueño (FSBO por sus siglas en inglés). Aun si el dueño logra vender su casa por cuenta propia, usualmente pagan la comisión al agente que representa al comprador. Otro problema es que cuando los posibles compradores ven que una casa está anunciada como FSBO, sin un agente que se anuncie, saben que el dueño no piensa pagar la comisión a un agente y por lo tanto ofrecen un precio de compra más barato.

Las funciones de un agente inmobiliario son diversas, pero principalmente cuidan de ti porque siguen un código ético estricto que requiere que le den prioridad a las necesidades de sus clientes. Tu agente de bienes raíces puede ofrecerte muchos beneficios durante el proceso de compraventa de una casa, lo que te ahorra tiempo y evita problemas.

El sector inmobiliario está repleto de acrónimos y jerga, y los agentes inmobiliarios entienden todo a la perfección. Saben que si una casa está anunciada con el código 3R/2B significa que tiene tres recámaras y dos baños y conocen la diferencia entre una cocina integral y una cocina con desayunador.

En las transacciones inmobiliarias se utilizan contratos de compraventa, varios formularios, reportes, declaraciones de divulgación y otros documentos técnicos y legales. Los agentes inmobiliarios pueden guiar a sus clientes a través de los procesos burocráticos para cerrar el trato sin cometer errores costosos o causar retrasos en el proceso. Es parte de la atención al cliente que manejan.

Aunque el internet le ha dado a todos acceso a una cantidad increíble de listados de propiedades en venta, tu agente inmobiliario tiene aún mejor información. Un buen agente de bienes raíces cuenta con una extensa base de datos y sabe más información que la que está disponible en estos sitios, tal como propiedades que están a la venta pero que no se han anunciado.

Un buen agente inmobiliario conoce todos los entresijos de los vecindarios, algo que sus potenciales clientes tal vez no conozcan.

Un agente de bienes raíces tiene amplia experiencia negociando la venta de casas y ha visto todas las estrategias que se utilizan para subir o bajar los precios. El dueño de una casa tal vez esté involucrado en la venta de una casa cada cinco a diez años mientras que un agente inmobiliario lo hace todos los días. Si estás involucrado en un proceso de compraventa, no quieres ser la persona sin experiencia. Lo mejor es tener un profesional que te apoye.

Debido a su conocimiento del mercado, los agentes inmobiliarios saben cuál es el mejor precio para sus clientes. Los dueños pueden reaccionar de manera emocional, pero los agentes pueden actuar con calma ante las contraofertas y enfocarse en conseguir el mejor precio para sus clientes.

Los agentes inmobiliarios tienen un listado largo de conocidos que son profesionales relacionados con el sector inmobiliario. Su listado incluye inspectores, agencias inmobiliarias, bufetes de abogados especializados, corredores de hipotecas, diseñadores y contratistas generales por si se necesitan hacer reparaciones de último minuto.

Los mejores agentes inmobiliarios miran las casas con objetividad. No tienen vínculo emocional con las propiedades y pueden distinguir cuáles son los puntos buenos y malos casi de manera inmediata. Un comprador puede enamorarse del árbol de cerezo en el patio mientras que el agente inmobiliario ve la gotera en el techo que hay que reparar. Un agente imparcial ayuda a que las personas se centren en sus objetivos y no se salgan del presupuesto establecido.

¿Quieres saber si hay un buen restaurante de comida italiana en el vecindario? Tu agente te puede recomendar alguno, además de poder sugerirte cuál es el supermercado más cercano y dónde quedan las mejores tiendas.

Si tienes requerimientos especiales, como acceso por discapacidad, tu agente puede informarte de las reglas de zonificación locales y darte un listado de contratistas si lo necesitas.

Los agentes inmobiliarios se mantienen al tanto de la situación del mercado inmobiliario y te pueden dar los mejores consejos en cuanto al precio de tu casa, cómo prepararla para la venta y competir contra otras casas ya en el mercado.

Si intentas vender tu casa por cuenta propia, es posible que el precio que le pongas no sea el mejor. Puedes estimar el precio según los precios de casas cercanas a la venta o con herramientas en línea, pero necesitas un agente con experiencia que conoce bien el mercado local y que puede resaltar las mejores características de tu casa para establecer el mejor precio según las condiciones actuales del mercado.

Un agente te puede sugerir reparaciones o renovaciones que vuelvan más atractiva tu casa para posibles compradores y así ayudarte a obtener el precio que deseas.

Los agentes inmobiliarios saben cómo realizar el mercadeo de tu casa, ofreciéndola en múltiples servicios de listados inmobiliarios (MLS) y organizando jornadas de puertas abiertas para otros agentes y potenciales clientes. No solamente ponen el anuncio de tu casa en varios sitios web y redes sociales para luego quedarse sentados esperando a recibir ofertas. Los mejores agentes saben cómo y cuándo anunciar tu casa y cuál es el mejor medio para hacerlo.

El mercadeo involucra saber cuáles son las características que llaman la atención de los compradores. Un agente inmobiliario toma este conocimiento y resalta las características de tu casa que atraerán la mayor cantidad de compradores. Cada casa tiene una personalidad única, así que no hay un plan de mercadeo igual para todas las propiedades.

El vender o comprar una casa puede ser una experiencia emotiva. Si la estás vendiendo, tal vez no te guste escuchar los comentarios negativos expresados durante una jornada de puertas abiertas. Si tienes un vínculo emocional con tu casa, es posible que sientas resentimiento hacia los posibles compradores. Por eso los agentes inmobiliarios, por lo general, sugieren que los dueños no estén presentes durante estas jornadas.

Las emociones también te pueden abrumar cuando compras una casa. Puedes enamorarte de una propiedad e ignorar los problemas o defectos que pueda tener, o acceder a pagar un precio demasiado alto para obtener la casa.

En estas situaciones un agente inmobiliario con experiencia te ayuda a aterrizar los pies y regresarte a la realidad. Los consejos brindados pueden evitar que cometas un serio error al momento de vender o comprar tu casa. Entonces, ¿qué hace un agente inmobiliario? Todo esto y más, para atenderte y lograr que la transacción que quieres hacer sea un éxito.