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Qué es la depreciación y su impacto en ingresos brutos
El término depreciación se refiere al proceso de contabilizar los costos por el uso, desgaste o pérdida de valor de un activo en los estados financieros de una compañía. Con base en el valor de un bien, las empresas utilizan diferentes métodos para determinar el gasto por depreciación de un activo, lo que se traduce en una disminución del valor del bien en el balance general anual y se registra como gasto en el estado de resultados. Este cálculo de la depreciación tiene un impacto negativo en los ingresos netos de la empresa.
Acerca de la depreciación
Todo tipo de activo tiene un desgaste en el tiempo. La depreciación reparte el costo que tiene un activo duradero (que es un activo con una vida útil estimada mayor a un año) entre sus años de vida útil. Para efectos de reportes financieros, las empresas utilizan la depreciación del activo con el fin de que su costo coincida con los ingresos que genera. En lugar de registrar el gasto total al momento de la compra, el gasto se distribuye a lo largo de la vida útil del activo. Los activos que son depreciables incluyen maquinaria y equipo, edificios y mobiliario, entre otros. Los terrenos no son depreciables.
Cómo calcular la depreciación
Para su contabilización, el método de línea recta, también llamado método lineal o método de depreciación lineal, es el más utilizado para depreciar el valor del activo. Mediante este método, la depreciación anual lineal se calcula dividiendo el costo depreciable entre la vida útil estimada del activo o los años de uso esperados. El costo depreciable es igual al costo total del activo menos el valor residual, es decir, el valor esperado del activo al final de su vida útil, también conocido por valor de salvamento. Por ejemplo, un activo cuyo costo depreciable es de US $800 y una vida útil de 5 años. El gasto de depreciación anual es de US $160, ya que si divides US $800 entre 5 da como resultado los US $160. También existen otros métodos para el cálculo de la depreciación, como el método de las unidades de producción, donde el valor del activo se distribuye entres las unidades producidas, o el método de la suma de los dígitos. Este es un método de depreciación acelerada donde la depreciación es mayor en los primeros años de vida del activo y disminuye en los subsecuentes.
Efecto sobre los ingresos netos
Para un período contable, la depreciación total se registra como un gasto de depreciación en el estado de resultados. Esto reduce el ingreso neto, que también se conoce como resultado final. El ingreso neto es igual a los ingresos menos los gastos. Si tienes un mayor gasto por depreciación de los activos, esto contribuye a que tengas más gastos totales, lo que da como resultado menores ingresos netos. Las empresas que tienen activos fijos en su mayoría muy antiguos, es decir, que ya se han depreciado completamente con el paso del tiempo, y aquellas que tienen pocos activos duraderos, se ven beneficiadas debido a gastos de depreciación más bajos y un ingreso neto mayor.
Análisis de los ingresos sin considerar la depreciación
El gasto por depreciación contable se considera un gasto no monetario, porque no hay una salida real de efectivo. Los analistas y los inversionistas suelen evaluar las ganancias de una compañía sin los efectos de financiamiento, impuestos y gastos no monetarios, como la depreciación. Para hacerlo, generalmente utilizan un cálculo llamado “ingresos antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones” (o EBITDA por sus siglas en inglés) y se obtiene sumando los intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones a los ingresos netos. El EBITDA proporciona una idea más clara de los principales resultados operativos de una empresa, lo que permite comparar el desempeño de esta con relación al de otras empresas.