¿Qué es un acreedor?

En el mundo de las finanzas personales, tarde o temprano, entrarás en contacto con acreedores o incluso tu podrías convertirte en uno. Por ejemplo, si tienes una tarjeta de crédito con saldo por pagar, tienes una deuda. Si compras bonos del gobierno, eres dueño de la deuda. Entender cómo es la figura del acreedor y cómo funcionan los diferentes tipos de deudas te ayudarán a administrar tus finanzas personales de mejor manera.

Cuando tienes cuentas pendientes por pagar, son deudas. El término acreedor se refiere a las personas físicas, empresas, gobiernos u otras instituciones financieras que prestan dinero y con quienes se tiene una obligación de pago.

Las personas prestan y piden prestado por muchas razones, lo que genera varios tipos de acreedores. Algunos ejemplos de acreedores que se pueden mencionar son, por ejemplo, los parientes cercanos que se prestan dinero sin intereses para ayudarse mutuamente, también conocidos como acreedores personales. Los gobiernos emiten bonos para financiar sus operaciones, ofreciendo una inversión financiera garantizada y segura, pero de bajo rendimiento. Las empresas piden dinero prestado para pagar sus cuentas durante sus tiempos difíciles o para financiar una expansión en sus tiempos de bonanza. Los consumidores solicitan préstamos para comprar casas y carros, financiar sus estudios o para cubrir sus gastos cotidianos. Las entidades financieras que dan este tipo de préstamos se conocen como acreedores reales.

Una deuda es una cantidad de dinero que se necesita pagar. Por lo general, se contrae por medio de un contrato legal y tiene un período definido en la cual se debe hacer el pago y algún tipo de tasa de interés asociada u otro beneficio financiero para el acreedor. Muchos consumidores a menudo se encuentran con deudas catastróficas por las tarjetas de crédito. Las acciones de una empresa no son una deuda porque son una promesa contra el desempeño futuro de la empresa sin garantía de pago.

Algunas deudas se aseguran por medio de un bien o activo. Por ejemplo, un banco le puede prestar cien mil dólares a una empresa, pero la empresa necesita usar su edificio o inventario como garantía. La garantía por lo general tiene un valor mayor que la deuda para que el prestamista o acreedor pueda disponer de ella rápidamente si el deudor incumple con el pago del préstamo. La deuda no asegurada es un préstamo que no tiene una garantía. Como este tipo de deuda es más riesgosa, es muy común que las tasas de interés sean mayores.

Los prestamistas parten de un plan general de programación de los pagos para el cumplimiento de una obligación. Por ejemplo, las empresas de tarjetas de crédito requieren pagos mínimos mensuales y cobran interés por el saldo pendiente. Los prestamistas hipotecarios ofrecen hipotecas de 15 o 30 años. Algunos prestamistas ofrecen préstamos con tasas fijas, mientras que otros ofrecen tasas variables.

Para los inversionistas, la identificación y cuantificación de la deuda de una empresa es uno de los factores claves que los ayudan a decidir si comprar acciones o financiar esa empresa. Los bancos y otros prestamistas analizan la deuda existente de los clientes potenciales para determinar si les dan un préstamo comercial o si le otorgan una tarjeta de crédito. Las empresas de reportes de crédito utilizan la cantidad total de tu deuda para determinar tu puntuación de crédito como medida de tu capacidad de cumplimiento de alguna obligación.

Algunos prestamistas piden pagos mensuales regulares al principio, pero luego piden un pago global, que es un pago grande que el acreedor requiere que el deudor pague después de cierto tiempo, usualmente seis meses o un año.

El derecho principal del acreedor es que se le pague su dinero, es un derecho legal. Después de eso, esperan obtener interés sobre el monto prestado. En algunos casos ciertos acreedores tienen más derechos que otros. Por ejemplo, si una empresa se declara en bancarrota, los acreedores asegurados reciben su pago antes que los acreedores no asegurados.

Los acreedores pueden presentar una demanda legal para cobrar el dinero prestado y el interés asociado. Dependiendo de los términos y condiciones del préstamo, el acreedor tal vez tenga que pasar por un procedimiento de arbitraje en lugar de presentar una demanda, o puede acceder a resolver las diferencias legales en un estado o jurisdicción a elección del acreedor.