Finanzas
¿Puedes hacer una transferencia en especie a una IRA?
Las reglamentaciones de las instituciones gubernamentales en Estados Unidos permiten una transferencia en especie de valores hacia una cuenta individual de jubilación (IRA por sus siglas en inglés). Si es posible, pero no siempre es viable. Que este tipo de transferencia funcione depende del origen del dinero, que tipo de valores o títulos financieros se van a transferir y las reglas de la cuenta IRA nueva. Para evitar los efectos negativos de una disminución de patrimonio por tener que pagar impuestos por ingresos por fondos, las transferencias de bienes en especie facilitan una transición sin problemas y sin tener que hacer retiros.
Uno de los puntos a favor de las transferencias en especie es que por lo general no hay cargos asociados, como lo puede haber con una transferencia monetaria. Es una transacción financiera segura que se utiliza para mover fondos de un banco o correduría a otro.
Qué es una transferencia en especie
Una transferencia en especie significa que los títulos y valores financieros, tales como acciones, bonos o acciones de fondo de inversión, se transfieren directamente a otra cuenta, generalmente del mismo tipo o similar. En lugar de dinero en efectivo, las acciones simplemente se transfieren a otra correduría, quien las manejará después de la transferencia. El valor de la transferencia viene a ser más bien el número y tipo de títulos en vez del valor monetario de ellos.
Una transferencia en especie evita la necesidad de vender las inversiones, pasarlas a efectivo, transferir el efectivo a la cuenta nueva y luego volver a comprar los valores o títulos financieros. Las empresas de corretaje de inversiones tienen un sistema establecido que permite la transferencia en especie de valores de cuentas de corretaje, incluyendo los valores de una cuenta IRA, con distintos programas para aplicar a un horizonte de inversión, sea a corto o largo plazo.
Reglas de transferencia de cuentas no IRA a cuentas IRA
No puedes hacer una transferencia en especie de una cuenta de corretaje normal a una cuenta designada como IRA. Una cuenta IRA es un tipo de programa de plan de retiro donde las aportaciones están restringidas a contribuciones en efectivo, reinversiones o transferencias de otros planes de retiro calificados, para poder seguir disfrutando de los beneficios del programa que una cuenta IRA ofrece. El punto de vista que impera en esta prohibición es que las acciones y bonos que maneja tu cuenta de corretaje normal no se compraron con dinero calificado para efectos fiscales, así que esos valores no son elegibles para ser transferidos a una cuenta IRA.
Proceso de transferencia IRA a IRA
El tipo más común de transferencia en especie es de una cuenta IRA, manejada por una empresa de corretaje, que se transfiere a una cuenta IRA de otra empresa. En primer lugar, la solicitud de transferencia de la cuenta IRA receptora necesitará que le indiques si quieres transferir los valores en especie o convertirlos a efectivo. Se puede solicitar la reinversión directa de un plan de jubilación por parte del empleador como un 401(k) en especie a una cuenta IRA. En la mayoría de los casos, hasta puedes designar cuáles valores quieres transferir y cuáles quieres que se vendan para que se transfiera el efectivo, en función de la utilidad requerida para tu programa de inversión.
Las buenas prácticas en las transferencias en especie
No todos los valores se pueden transferir en especie. Podría ser buena idea que antes de efectuar una transferencia recabes toda la información disponible sobre cuáles son los valores que se aceptarían de tu cuenta IRA actual. Le puedes preguntar a la empresa de corretaje que los recibirá. Es probable que las acciones, bonos y fondos cotizados (ETF por sus siglas en inglés) se transfieran sin problemas.
La transferencia de acciones de fondos de inversión por lo general depende de si el corredor receptor maneja esa familia de fondos en específico y la clase de acciones del fondo. Algunos planes 401(k) utilizan ciertas clases de acciones de fondos de inversión que no se utilizan fuera de los planes de jubilación calificados y puede que no sean transferibles. En último caso, lo que sucederá, si se trata de transferir valores que el nuevo agente de bolsa no acepte, es que se retrase de manera significativa la finalización de la transferencia.