Ahorros
¿Qué hacer si el banco cerró mi cuenta?
Quizá te preguntes: "¿Por qué cerraron mi cuenta bancaria de repente?" Algunas razones para el cierre de cuentas se relacionan con la inactividad, que no cuente con suficiente dinero o los casos en que se considera que las acciones del cliente representa un riesgo específico para la institución financiera. Estos riesgos incluyen pérdidas monetarias asi como la posibilidad de que exista una actividad fraudulenta. Sin embargo, las entidades financieras también pueden cerrar cuentas a su discreción, incluso si el propietario la ha mantenido en buen estado.
Consulta también: Cómo depositar dinero en una cuenta de ahorros
Motivos por los que el banco cierra una cuenta debido a la inactividad
Pudiéras también preguntarte: "¿Puede un banco cerrar mi cuenta por inactividad?" La respuesta es que los bancos si pueden de hecho hacer esto debido al gasto que genera mantener cuentas inactivas. Si bien los gastos que ellas ocasionan de manera individual son insignificantes, el acumulado de todas puede afectar a la larga a una institución y justifica el cierre de la cuenta.
Según el tipo de cuenta, a grandes rasgos estos gastos incluyen la generación de registros, el envío por correo de estados de cuenta físicos, proveer la seguridad en línea y el almacenamiento de datos. Los bancos tienen la opción de cobrar cargos mensuales por inactividad, pero si no hay fondos en depósito, la cuenta se cerrará después de un cierto período de tiempo.
Una cuenta que se cerró por inactividad puede volver a abrirse si se realiza un depósito en efectivo o depósito directo dentro del plazo especificado por el banco. Sin embargo, si dejas la cuenta inactiva durante tres años o más, te arriesgas a que tu cuenta se considere propiedad no reclamada y se transfiera al gobierno de tu estado.
Cuentas que representan riesgos monetarios
Otras razones para que un banco cierre una cuenta se relacionan con el riesgo para el banco bajo los lineamientos del FDIC en EE.UU.. Las cuentas que usan sobregiros con mucha frecuencia o que repetidamente emiten cheques sin fondos plantean un riesgo de pérdida financiera. Por lo tanto, estas cuentas son monitoreadas de cerca. Los bancos pueden dejarlas abiertas, pero prohibir las transacciones hasta que los saldos negativos se paguen en su totalidad.
Las cuentas con saldos negativos persistentes terminan al final cerrándose y cada institución va a determinar el tiempo que le da al propietario para que cubra ese saldo. Cuando se cierra la cuenta, el banco paga al deudor y envía la cuenta al departamento de cobranza.
Consulta también: ¿Puedo abrir una nueva cuenta teniendo un embargo bancario?
Actividad inusual o fraudulenta
Los bancos monitorean las cuentas para detectar actividades que generen señales de alerta en términos de actividad inusual o potencialmente fraudulenta. Un ejemplo de actividad inusual sería una cuenta con una serie de depósitos mucho más grandes de lo que se esperaría dada la situación laboral del propietario. Por ejemplo, un banco sospecharía de depósitos en efectivo consistentemente grandes en la cuenta de un estudiante de tiempo completo. También es posible esto cuando se haya intentado depositar cheques fraudulentos.
Las cuentas de negocios a las que de manera constante se les realizan cancelaciones de cargos también llaman la atención, ya que esto da la impresión de que el negocio infractor está procesando transacciones con tarjetas de crédito que luego se disputan, generan quejas o resultan incorrectas. Los bancos pueden cerrar estas cuentas en cualquier momento.
Consulta también: Tarjeta restringida o bloqueada: ¿por qué el banco desactivó tu tarjeta de débito?
Cierre sin causa de la cuenta
Los bancos tienen el derecho a cerrar cuentas a su discreción, y no hay leyes bancarias federales que rijan este proceso. Esto significa que un banco puede cerrar una cuenta sin notificar dicha acción. Cada banco establece sus propios términos para el cierre de cuentas.
Estas acciones están cubiertas por los Términos y Condiciones o por el Contrato de Cuenta de Depósito que se proporciona al propietario de la cuenta cuando se abre. En general, los términos que cubren la prescripción de cuentas incluyen el derecho del banco a cerrarla en cualquier momento, así como la notificación y devolución de los fondos depositados dentro de un período de tiempo razonable.