Las ventajas y desventajas de un cuestionario autoadministrado

Las agencias gubernamentales, sociólogos y agencias de marketing utilizan cuestionarios autoadministrados para recopilar información de los grupos de población y de consumo general. Las ventajas típicas de este tipo de encuestas son típicamente los bajos costos y que los encuestados valoran el anonimato. Por otro lado, no hay garantía de que suficientes encuestas se hagan para formar una visión precisa del grupo de investigación.

Los cuestionarios autoadministrados son el método más barato de recopilación de información de un gran número de personas. Esta es una ventaja clave para los investigadores, sobre todo en el caso de las encuestas del gobierno, tales como un censo, cuando la información se recoge a través de toda la nación. Claramente, hay costos (de impresión, el franqueo y el cotejo de los cuestionarios cumplimentados) pero estos son mucho más bajos que el costo de pagar los entrevistadores para ayudar a los encuestados.

El anonimato es una ventaja para los investigadores y los encuestados. Esto es especialmente cierto si el tema de la investigación es de naturaleza sensible. Los encuestados son más propensos a responder con honestidad si no tienen que revelar información de identificación. Las encuestas postales ofrecen a los encuestados una mejor garantía de la privacidad en contraste con las encuestas en línea, donde los encuestados son rastreables. Otra ventaja de las encuestas autoadministradas es que el investigador no puede influir en las respuestas de los encuestados por el uso de su voz o la expresión facial, dando a entender que una respuesta en particular es la "correcta". Por lo tanto, los resultados de la encuesta no muestran sesgos del entrevistador.

Una de las desventajas más significativas es la falta de control sobre la tasa de respuesta, que puede ser tan baja como 20 por ciento. A menos que se ofrezcan a los encuestados un incentivo para responder preguntas y devuelvan la encuesta, como un sorteo de premios, los cuestionarios pueden terminar en la basura con el correo no solicitado. La recepción de cuestionarios después de la fecha límite de finalización es otro tema que hace que este método de investigación sea problemático, especialmente si el tiempo es un problema.

El investigador no tiene control alguno sobre quien rellena el cuestionario, o si alguno intenta responder a las preguntas con precisión en lugar de marcar casillas al azar. Cualquier persona en la lista de correo puede haber elegido el formulario y lo llenó. Esto potencialmente hace que sea más difícil para el investigador obtener una verdadera impresión de un determinado grupo de edad o sexo.