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Cómo usar un cajero automático
Los cajeros automáticos o Automatic Teller Machines (ATM) son máquinas dispensadoras de dinero conectadas a redes de bancos o instituciones financieras que se activan con una tarjeta asignada a cada usuario y una clave personal que lo identifica y le da autorización a este para retirar dinero, consultar sus cuentas o hacer depósitos.
En los tiempos modernos, utilizar un cajero automático para obtener dinero en efectivo de es un hecho cotidiano para la mayoría de las personas económicamente activas. Sin embargo, esto no fue siempre así. Aunque los primeros prototipos de cajeros datan de la década de 1930, no fue sino hasta la década de 1970 que su uso se generalizó en Estados Unidos y parte de Europa.
Pero fue a partir de 1990 que se podría decir que su uso ya era común en todos los continentes, aunque las dificultades para instalar redes telefónicas o de comunicaciones frenó su avance en buena parte del mundo por otros 10 años.
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Antes de los ATM, si querías tener dinero en efectivo en tu bolsillo tenías que ir personalmente a una agencia de tu banco y retirar a través de una taquilla lo que necesitaras. Esto solo podías hacerlo en el horario laboral del banco, pues una vez que cerraba sus puertas, te quedabas sin opción alguna para retirar efectivo.
Las nuevas generaciones, probablemente jamás han hecho un retiro de dinero entrando a un banco para ser atendidos en taquilla. Todos sus negocios bancarios los realizan a través de internet conectando desde su computador, tableta o móvil con el portal o sistema de su banco.
Pero así como hay muchas personas jóvenes que no se imaginan un mundo sin cajeros electrónicos, también hay muchas personas mayores que nunca han usado un equipo de estos, ya sea por temor a cometer un error costoso o por desconocimiento sobre lo fácil que es usar este tipo de tecnología.
Con unas simples indicaciones, cualquier persona puede aprender en poco tiempo a usar un cajero automático de la red de su banco preferido y con algo de práctica podrá usar las de otras instituciones bancarias, pues en el fondo, la tecnología en que se basan estos cajeros es muy similar y está altamente estandarizada a nivel internacional.
Pasos previos para usar un cajero automático
Lo primero que debes saber es que para usar un cajero automático debes poseer una tarjeta de débito, crédito o una tarjeta especial que te dará tu banco al abrir una cuenta o si lo solicitas en una de sus agencias.
Estas tarjetas tienen un chip electrónico en el que se almacena el número de PIN o contraseña electrónica que tu mismo o el banco le “programaron” cuando te fue entregada.
El PIN puede ser un número cualquiera, generalmente de 4 a 8 dígitos de longitud, que le indica al equipo ATM que tu tarjeta te pertenece, tras lo cual tendrás acceso al menú de operaciones en el que podrás hacer tanto retiros de efectivo como consultas de saldo, transferencias entre cuentas y otras tareas.
¿Cómo usar un cajero automático?
1. Prepárate para la operación que vas a realizar. Si vas a hacer un retiro en el ATM debes llevar contigo el número de PIN de tu tarjeta de débito o crédito. Si vas a hacer un depósito en alguno de los equipos que permiten hacerlo debes llevar preparado el sobre especial que cada banco utiliza para este tipo de operaciones. En este sobre deberá ir el dinero que vas a depositar y en su exterior deberás poner los datos que exige el banco para indicar la cuenta destino del depósito y la identidad de quien realiza la operación, así como otra información que te pueden exigir.
2. Recuerda hacer todo con calma y tomarte tu tiempo para leer las instrucciones que aparezcan en la pantalla del cajero. El sistema te irá mostrando todos los datos necesarios para cada operación, desde introducir el PIN hasta elegir si vas a hacer un depósito, retiro, consulta, cambio de clave, transferencias entre cuentas propias o transferencias hacia cuentas de terceros del mismo banco, etc.
3. En su gran mayoría, los equipos ATM utilizan menús sencillos en pantalla y las opciones se activan pulsando botones ubicados a ambos lados de la misma, cada uno asignado a una opción del menú correspondiente a la operación escogida. También disponen abajo de la pantalla de un teclado numérico para introducir el PIN y otros números que te pida el sistema, así como botones para aceptar o cancelar cada paso.
Los equipos más modernos pueden tener pantallas táctiles, por lo que debes estar pendiente de pulsar donde se te vaya indicando. Sin embargo, estos equipos aún son minoría entre los millones de equipos ATM que funcionan en el mundo entero.
4. Una vez que tengas todo listo pasamos a insertar tu tarjeta en la ranura correspondiente del cajero automático, la cual estará indicada en la pantalla o con un pequeño diagrama fácilmente visible al ubicarte delante del aparato. Prácticamente todas las tarjetas modernas posee un pequeño chip cuadrado en su parte delantera, donde se guarda la información que la red leerá para identificarte a ti y a tu cuenta. El cajero automático te pedirá insertar la tarjeta en cierta dirección para que este chip haga contacto con sus sensores internos. Si lo haces al revés la expulsará y pedirá que lo intentes nuevamente en la posición correcta.
5. Algunos sistemas te piden dejar la tarjeta insertada durante toda la operación mientras otros solo lo harán mientras te identificas con tu PIN y luego pedirán que retires la tarjeta antes de continuar. Debes estar atento a esta instrucción que se te mostrará en pantalla.
6. Tras insertar la tarjeta, muchos equipos pueden mostrar primero un menú de selección de idioma, de manera de facilitar su uso por parte de turistas. El idioma local será la primera opción, generalmente acompañada del inglés, aunque en zonas turísticas de clase mundial los cajeros automáticos pueden ofrecer de 8 a 10 idiomas para escoger.
7. Cuando el equipo lo solicite debes introducir tu PIN en el teclado numérico y pulsar luego las teclas "Entrar" u "OK". No te equivoques al introducir el PIN, pues la mayoría de equipos retendrán tu tarjeta si introduces mal esta clave 3 o más veces.
Es posible que tras identificarte con tu PIN el equipo te pregunte si deseas recibir o no un comprobante impreso en papel con el registro de cada operación. En caso de no querer el comprobante generalmente se te mostrará la información final de la operación en la pantalla por algunos segundos.
8. Una vez identificado positivamente tendrás acceso a tu información bancaria y el cajero te mostrará una serie de menús y opciones para escoger la operación que desee hacer. Se te preguntará a qué cuenta quieres acceder, qué transacción quieres completar, cuánto dinero quieres sacar o depositar y si quieres otra transacción. Sólo sigue estos pasos y dile al cajero lo que necesitas.
9. Si estás haciendo un retiro, es importante saber que se suelen ofrecer dos opciones similares, una de ellas identificada solo como “retiro” y la otra como “retiro rápido”. En la primera puedes introducir una cifra específica para retirar de tu cuenta, mientras que en la segunda opción el sistema te ofrecerá elegir entre ciertas cantidades predeterminadas, como pueden ser “10”, “20”, “50” o “100” dólares o pesos, por ejemplo.
10. Tras escoger el retiro de una cantidad de dinero y siempre y cuando tengas saldo suficiente en tu cuenta, el equipo entregará los billetes a través de una ranura debajo de la pantalla o a un lado de esta. Inmediatamente te preguntará si deseas hacer otra operación o finalizar el uso del ATM.
11. Al finalizar las operaciones que quieres hacer y antes de retirarte del cajero recuerda verificar que tienes la tarjeta en tu poder y no la dejaste metida en la ranura del ATM. Miles de personas cometen este error diariamente en todo el mundo y se exponen tanto al tedioso proceso de tener que solicitar una nueva tarjeta en su banco como al riesgo de que un desconocido que las haya vigilado y obtenido su clave o PIN haga uso de ellas para robar dinero de sus cuentas.
Consideraciones adicionales sobre el uso de un cajero automático
En la gran mayoría de países occidentales los cajeros automáticos están enlazados a través de redes operadas por empresas que prestan servicio a gran número de bancos dentro y fuera de cada país. Por esta razón es importante que compruebes cuáles en tu área de residencia o trabajo pertenecen a la red de tu banco.
Por norma los cajeros no cobran comisión o cobran una muy pequeña por cada operación hecha con tarjetas de otros bancos de la misma red. Sin embargo hay excepciones y siempre es conveniente que consultes con tu banco cuáles cajeros de otras agencias puedes usar y el costo de la comisión que se aplique.
Generalmente la red o redes usadas por un ATM se ven en pegatinas colocadas en su parte frontal, que coincidirá con las impresas en la parte de atrás de tu tarjeta de débito o crédito.
Si viajas al extranjero debes verificar con tu banco si tus tarjetas se podrán usar en el país de destino y cuál red de ATM debes buscar.
Muchos bancos utilizan métodos de verificación de identidad adicionales al PIN de tu tarjeta, como por ejemplo, introducir los dígitos del mes y año de tu nacimiento antes de hacer una operación de cambio de clave o PIN. Esto es normal, pero solo se te pedirá en pocas ocasiones.
Medidas de seguridad al usar un cajero automático
Recuerda por medida de seguridad estar atento ante cualquier persona que intente acercarse o mirar por encima de tu hombro mientras estás en el cajero automático, sobre todo al momento de introducir tu PIN personal.
El robo de una tarjeta no es un problema grave si el ladrón no conoce el PIN, pero de conseguir esta clave, podría dejarte la cuenta vacía antes que notes que no tienes la tarjeta en tu poder.
Tampoco uses equipos ATM que tengan algo anormal en el teclado, les hayan colocado algún tipo de objeto o “accesorio” que se note que no es parte del equipo o que tenga algún tipo de cinta, lámina u objeto dentro de la ranura de introducción de la tarjeta. En ese caso reporta la situación a algún representante del banco o funcionario de seguridad cercano.
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Siempre utiliza cajero ubicados en zonas concurridas y con buena vigilancia policial o por cámaras de seguridad. Evita los ubicados en zonas oscuras, poco transitadas, como los cajeros ubicados en supermercados y gasolineras.
Si eres usuario frecuente de un ATM procura no usarlo siempre en el mismo horario ni día de la semana. Siempre hay delincuentes que estudian tus rutinas y puedes ser víctimas de ellos.
Finalmente, revisa con regularidad tu balance bancario para verificar si hay alguna operación que no realizaste y que podría indicar que tu tarjeta o PIN fueron clonados. Los bancos tienen sistemas para hacer denuncias por vía telefónica o internet y bloquean las tarjetas por seguridad al reportarlas. Además suelen tener políticas de reintegro del dinero sustraído de sus ATM, siempre y cuando reciban la denuncia en un tiempo prudencial.