¿Qué son los activos líquidos?

Los actores económicos -en especial, las empresas- necesitan mantener un margen de liquidez para responder ante cualquier imprevisto, como la falla de un equipo o un evento fortuito que destruya -o que merme- su capacidad. Usualmente, las direcciones de contabilidad y finanzas previenen desastres en el business plan y utilizan la amortización y depreciación de las máquinas y vehículos para mantenerse en números verdes. Pero podría decirse que una de las inversiones más importantes que tienen a su favor -ante una posible falta de liquidez en el futuro- sean los activos circulantes.

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Un activo circulante o corriente -también conocido como activo líquido- son aquellos valores que, de ser necesario, pueden convertirse en dinero en efectivo con facilidad, es decir, en un período de tiempo corto o casi de inmediato.

Los activos circulantes son muy importantes, tanto para la seguridad económica de una empresa -grande o pequeña- como para las familias y personas físicas; ya que con ellos se amplía el alcance que puede tener una persona o compañía para cubrir gastos imprevistos o programados.

Los activos líquidos, corrientes o circulantes aportan seguridad al propietario porque le aseguran liquidez y solvencia en el presente y a futuro. Para que un activo sea considerado corriente, debe cumplir con ciertos requisitos, como:

• Pertenecer a un mercado con una demanda alta de compradores.
• Ser fácil y seguro de vender. La transferencia de la propiedad debe darse de inmediato. (En menos de un año)

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Los activos líquidos se clasifican -según su naturaleza y capacidad de convertirse en efectivo- en activos corrientes realizables, que son los menos líquidos, como el inventario; activos corrientes disponibles, lo que se traduce como efectivo de caja, cuentas bancarias e inversiones a plazos; y activos corrientes exigibles, que incluyen las deudas por cobrar de una empresa o persona física.

La lista de activos líquidos puede incluir distintos tipos de bienes y derechos económicos, pero los principales son:

Dinero en efectivo

Considerado como uno de los activos corrientes más líquidos porque no necesita trámites para convertirse en una fuente de pago. Con el efectivo, podrás saldar de inmediato cualquier deuda o invertir en la compra de un bien.

El monto de efectivo disponible no solo está en la caja chica de una empresa. También se considera como efectivo el dinero depositado en las cuentas corrientes, cuentas de ahorros y monederos de pago. Incluso algunas inversiones -como los fondos mutuales, la devolución de impuestos por parte del fisco y certificados de depósito a corto plazo- son equivalentes al efectivo.

Cuentas de inversión

La mayoría de las cuentas de inversión pueden convertirse en efectivo antes de un mes y esto las hace merecedoras del título de activos líquidos. En este apartado se incluyen:

• Fondos de inversión
• Cotizaciones en la bolsa (ETF)

No obstante, la conversión de un fondo de inversión en efectivo antes de su vencimiento podría significar una pérdida de oportunidades. Recuerda que la mayoría de las inversiones en la bolsa y fondos de inversión fluctúan de acuerdo al mercado. Por tanto, su venta o compra siempre va de la mano con ciertos indicadores financieros que le indican al inversor si es tiempo de vender o comprar.

Si la venta ocurre en un momento en el que el valor va en detrimento, podrías perder capital futuro. Si cierras un fondo de inversión antes de tiempo, posiblemente debas pagar una multa por retiro anticipado que varía entre un 5% y un 10% sobre el monto.

Bonos

En especial los que han sido emitidos por autoridades confiables, como el Tesoro de los Estados Unidos. Para considerarse como activo corriente, el bono debe tener un vencimiento menor a un año y ser codiciado en el mercado secundario.

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Cuentas por cobrar

Las cuentas por cobrar de una empresa o persona son considerados activos líquidos. Sin embargo, deben ser exigibles en un corto período de tiempo y los legítimos acreedores deben considerar los riesgos del impago.

Inventario

Los bienes, productos y materia prima que forman parte del inventario también están en la lista de activos corrientes. Si bien su venta podría estar sujeta a mayores complicaciones -porque el valor de la mercancía y los equipos dependerá de la demanda del mercado- pueden venderse con rapidez para saldar deudas.

Divisas

Si una empresa tiene efectivo en monedas diferentes a las del curso legal -como el dólar americano o el euro- puede venderlas en las casas de cambio o pedir su conversión a la agencia bancaria. De esta forma, sería capaz de cumplir con sus obligaciones de inmediato.