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¿Qué es el significado de la microgestión?
Cada organización y personalidad de gestión requiere un juego diferente de tácticas para motivar y supervisar a los empleados. Muchas teorías de gestión prefieren que los jefes permitan a sus trabajadores el soporte y la estructura necesarios para producir su trabajo de manera autónoma. Los partidarios de estas escuelas de gestión previenen contra la microgestión, el hábito de algunos jefes de interferir innecesariamente en las actividades de sus trabajadores. Si las funciones de gestión cruzan la línea y se convierten en microgestión es algo que suele depender de las necesidades y del personal con que trabaja un jefe.
Microgestión en práctica
En el sentido más amplio, la microgestión es la práctica del personal de gestión de prestar una atención estricta a pequeños detalles de un empleo, en vez de permitir al personal completar sus tareas como vean bien y gestionar los resultados de su trabajo. A menudo, la microgestión fija estándares y prácticas para el personal basadas en las preferencias personales del jefe, en vez de por el bien del empleado o de la corporación en sí. La microgestión se suele asociar con un estilo de gestión dictatorial, en el que las ideas de los empleados no se toman en consideración y casi todos los aspectos del puesto son controlados por las decisiones de un jefe.
Impacto en la moral y causas de microgestión
La microgestión suele llevar a problemas de moral entre el personal. Muchos empleados sienten que un jefe que hace microgestión no respeta sus habilidades o su juicio, mientras que otros miembros del personal se resienten por la falta de autonomía que viene con un jefe autoritario. Los expertos en gestión citan varias razones a las que recurren los jefes para las tácticas de microgestión, incluyendo la falta de confianza en las habilidades del personal, un jefe que siente que podría realizar las labores de su personal mejor que ellos o una falta de comprensión de que el rol ideal de un jefe en una organización es motivar a los trabajadores, no producir trabajo tradicional.
Ejemplos de microgestión
La microgestión toma muchas formas y depende de las especificaciones del entorno de trabajo. Puede ser tan simple como pedir a los trabajadores que mantengan su espacio de trabajo y sus herramientas organizados por un sistema dictado por un jefe o tan fundamental como un jefe que controla constantemente a los empleados y les instruye sobre cómo realizar cada paso en una tarea mayor. Muchos empleados se refieren a la microgestión como la acción de "entrometerse" o "dominar" a los trabajadores de un supervisor.
El caso de la microgestión
Algunos expertos en gestión citan el crecimiento de los supervisores que no se meten como algo problemático para las estructuras organizacionales e instan a los supervisores a dedicar más tiempo a microgestionar a sus empleados. En vez de dictar los procesos en una tarea, sin embargo, los jefes deberían centrarse en dar a los trabajadores una retroalimentación semanal sobre los cinco pilares de la gestión: dictar expectativas, medir metas, evaluaciones del rendimiento de los empleados, retroalimentación acerca del rendimiento del empleado y un sistema equitativo de recompensas para los ejecutores. En vez de concentrarse en detalles de rendimiento a un micronivel, los jefes deberían centrarse en evaluaciones pequeñas y continuas del rendimiento de los trabajadores.