¿Qué significa ser interdependiente?

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Se trata de un término que hace referencia a un cierto grado de dependencia de una persona, elemento, entidad, país o cualquier otro sujeto en relación con otro. En otras palabras, un sujeto es interdependiente por compartir algo en común con otro, generalmente principios.

Si el término es abordado desde la perspectiva de una persona podría decirse que esta forma de dependencia se hace presente cuando dentro de la teoría de las relaciones humanas se asume que ninguna persona es una isla.

En otras palabras, la teoría de las relaciones humanas sustenta el hecho de que cada persona establece relaciones de dependencia con otra porque sencillamente el ser humano es sociable por naturaleza y debe asociarse con otros bajo distintas relaciones de poder para así subsistir.

Lo anterior llevado al terreno de las relaciones humanas podría aplicarse al ámbito de las relaciones de interdependencia entre padres e hijos, profesores y alumnos, jefes y empleados… donde se ha ido incrementando la complejidad de las relaciones sociales.

Ahora es natural como parte de estos lazos de dependencia que estos actores sociales lleguen a formar historias compuestas de interacciones múltiples.

De este modo puede llegar a apreciarse como los padres dependen de la convivencia con los miembros de la comunidad educativa, al igual que el resto de los actores educativos, para conformar así un entramado de relaciones donde el centro es el estudiante.

Estas relaciones que marcan esta particular dependencia no son exclusivas de centros educativos, pues también se produce en hospitales, centros escolares, hogares… produciendo a cada momento una notable distribución de las interrelaciones en las relaciones.

De modo que esta clase de dependencia se produce en diferentes ámbitos e independientemente de las capacidades biológicas, sociales, religiosas o políticas de las personas. Todos se combinan entre sí en torno a un elemento compartido: trabajo, religión, convivencia…

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No obstante, el término que hace referencia a la dependencia entre unos y otros no solo es aplicable al ámbito de la convivencia comunitaria a nivel local o doméstico o desde la perspectiva de la teoría de las relaciones humanas, sino que también ha sido enfocado en el ámbito internacional.

Se trata de un concepto que entraña importancia especialmente en el campo de las relaciones internacionales, en el sentido de que ahora se habla de nación interdependiente no de países colonias o subordinados.

Este cambio de términos para referirse a un país que mantiene relaciones subordinadas con respecto a otro obedece al hecho de que en la actualidad la globalización ha llevado a plantear las relaciones de dependencia con cierta ambigüedad y no como antes cuando un país era potencia y los demás alrededor eran colonias o países satélites.

Hoy debido a los avances tecnológicos y a la reducción o eliminación de las fronteras físicas para efectos de negociaciones internacionales muchos países viven en situación de un tipo de dependencia algo exclusiva, sin importar que tan poderosos sean.

Evidencia de ello es la posición del Reino Unido con respecto a la comunidad europea donde el país entero se debate entre la pertenencia o el retiro de esta asociación de países.

Este concepto hace alusión especialmente a los motivos que llevan a los países a mostrar dependencia entre sí. Esta forma de dependencia generalmente se produce alrededor de uno o más recursos, por ejemplo petróleo, agua, mercancías…

De allí que Keohane y Nye señalen que los países ahora ven la necesidad de renunciar a su soberanía para tomar decisiones conjunta con otro país respecto a un recurso que les resulta común.

Se trata de la necesidad de compartir estos menguados recursos lo que los lleva a establecer estas relaciones de dependencia muy particular.

Precisamente estos teóricos para explicar estos casos de acuerdos entre países donde el tema de la soberanía pasa a un segundo plano idearon un postulado denominado interdependencia compleja, pero advirtiendo que esta forma de dependencia presenta cuatro facetas: complejas, simple, simétrica o asimétrica y completa o parcial.

Un buen ejemplo de este grado complejo de dependencia es la relación entre dos países como USA y Canadá en la que ambos comparten una multiplicidad de canales gubernamentales y no gubernamentales que los mantienen estrechamente conectados y los pone en determinada posición frente a un tercero, por ejemplo México.

En otras palabras, se han multiplicado las relaciones intedependientes simples, aquellas donde los estados son incapaces de tomar una decisión que englobe a sus únicos intereses.

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