Las reglas para rentar un cuarto

Rentar un cuarto puede ser una excelente idea tanto para el dueño de la casa como para el que renta. Un cuarto puede servir como un espacio ideal para un viajero que explora la ciudad, una persona soltera que no necesita demasiado espacio o alguien que simplemente quiere ahorrar dinero. El dueño de la casa puede beneficiarse del dinero que gana. Establece algunas reglas por adelantado para ayudar a que el proceso fluya mejor.

Antes de rentar el cuarto, revisa con tu junta comunitaria local. Investiga sobre cualquier requisito o restricción que haya. Algunas comunidades podrían permitir a las personas rentar un cuarto siempre y cuento tengan solamente una cierta cantidad de personas viviendo en la casa o departamento. Otros podrían solamente permitirte rentar a miembros familiares cercanos.

Asegúrate de que el cuarto cumpla con todos los códigos de seguridad. No debería haber cables que cuelguen o conexiones eléctricas descubiertas. Si tienes un departamento en un edificio alto, asegúrate de que haya barras en las ventanas si vas a rentar a huéspedes con niños.

Piensa cuidadosamente sobre cuánto tiempo prefieres rentar el cuarto. Permitir estancias más cortas como semanas o fines de semana a menudo te permite cobrar más. Si vives en un lugar con designaciones de temporada alta y baja las rentas semanales pueden ayudarte a incrementar tus ganancias al máximo. Las estancias más largas te dan más estabilidad y reducen la rotación así como la cantidad de papeleo involucrado en cobrar la renta.

Si estás rentando un cuarto permite al que renta acceso a la cocina y a las facilidades comunes también. Esto hará que sea más fácil para ti entrar al departamento. Puedes dar a las personas acceso a todo el espacio sin tener que molestarte con dividir el espacio con paredes temporales. Haz varias copias de llaves para el departamento en caso de que se pierda alguna.

Trata el cuarto con respeto. No dañes la propiedad ni manches la alfombra. Paga las cosas a tiempo. Haz reservaciones con mucha anticipación si es posible. Da notificación con tiempo sobre cancelaciones. Asegúrate de entender todas las reglas sobre horarios en la noche y comer en el cuarto. Deja que el dueño sepa si hay problemas como ruido excesivo o sábanas incómodas. Pueden ofrecer soluciones como moverte a un cuarto diferente o reemplazar las sábanas. Si estás rentando un cuarto a largo plazo, piensa sobre comprar un seguro para dueños para proteger tus pertenencias en caso de que algo, como un incendio, suceda.