Negocios
Cómo producir tu propio producto alimenticio
Si te gusta cocinar, sea de manera profesional o como hobbie, seguramente has pensado en algún momento en vender tus mejores recetas y que todos en tu ciudad o país se deleiten con ellos.
Sin embargo, producir tu propio producto alimenticio es un camino duro que requiere conocimiento, tenacidad... y a veces suerte. Como expone Natural Products Insider: “Hay todo un largo camino de desafíos técnicos que cubrir, que pueden hacer que no valgan la pena ni el precio y ni el mercado de personas que estén dispuestos a adquirir el producto…además de que el número de interesados puede ser muy limitado”.
Pero con un conocimiento sólido y una buena asesoría sí puedes generar un negocio productivo y exitoso. Si Richard y Maurice McDonald se hubiesen detenido a pensar en los obstáculos que enfrentarían, nunca se habrían hecho multimillonarios en los años 50, al vender a Ray Kroc la franquicia de comida rápida más exitosa del mundo de los últimos tiempos, según registra la revista Entrepreneur.
Te ofrecemos las pautas básicas para comercializar tu propio producto alimenticio.
No dejes de leer: ¿Cómo hacer tu propia marca de productos comestibles?
¿Cómo poner tu propio producto alimenticio en el mercado?
Tomar un platillo o receta que has diseñado y perfeccionado con el tiempo en tu cocina, convertirlo en un producto que puedes poner en el mercado y venderlo, es todo un proceso que requiere de una detallada preparación y planificación.
Las claves para producir tu propio alimento incluyen:
- Comenzar de a poco, investigar y formular un plan
- Generar un interés local
- Investigar y cumplir las regulaciones legales debidas
- Cumplir los estándares higiénicos
- Cubrir el establecimiento donde se realice la producción y los requerimientos técnicos
- Asegurar el adecuado empaque y manipulación del producto
- Finalmente, buscar la asesoría de “consultores de ciencias de alimentos” para desarrollar una manera consistente y certificada de llevarlo al mercado
Todo este proceso de llevar tu producto alimenticio al mercado comienza con un plan y a su vez, con investigación. Al respecto, Rachel Zemser, consultor de la industria de alimentos, nos hace énfasis en que “si un producto no se ha comercializado no quiere decir que alguien no haya pensado en él”.
Probablemente sea una idea que se convirtió en proyecto en más de una ocasión y no se llevó al mercado porque pudo resultar costoso, difícil de industrializar, no reunió condiciones sanitarias o simplemente no atrajo al mercado. Todo esto sale a la luz a través de una investigación y un buen plan de negocios.
Por ello, crea recetas que después se puedan ajustar para fabricarlas en masa, de manera que soporten viajar largas distancias y sean estables para estar en los anaqueles durante semanas, e incluso, meses.
Debes cumplir todas las licencias, permisos y certificaciones. Zemser nos aclara que cualquier producto cárnico o sus derivados deben estar regulados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), así como los productos de origen vegetal, que deben ser avalados por Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). En México, están el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).
Investiga en tu país, con tu gobierno local o la oficina de Administración de Pequeños Negocios en Estados Unidos, para saber qué tipo de licencias son las que necesitas, como las de venta de alimentos; permisos, como una tarjeta de manejo de alimentos; o la muy necesaria certificación ServSafe que se requiere para producir alimentos y venderlos.
Aquí unas recomendaciones al respecto:
- Debes empezar a pequeña escala. Así, podrás darle un seguimiento local, vender tus productos en eventos locales, como ferias de granjeros y agricultores, mercados y bazares de iglesias o comunidades sociales.
- Contacta al administrador de tu tienda local de alimentos y discute la posibilidad de poner tu producto en sus estantes.
- Prepárate para ofrecer muestras y discutir tus recetas y tus pasos de higiene con expertos.
Considera que preparar tus recetas en tu cocina estará bien al principio pero a medida que tu negocio crezca, necesitarás incrementar el espacio de producción. Par ello, contacta a un agente o consultor de alimentos a través de un centro de extensión de tu universidad local o una asociación de marcas de comida, que te podrán ayudar a ubicar a un empacador que satisfaga tus necesidades específicas.
De modo que cuando quieras formalizar tu negocio, deberás prever un espacio para una cocina comercial o una pequeña planta industrial, con algunos equipos especiales; esto debe ser parte de tu plan de negocios.
Muy importante: el empaque
Debes garantizar que tu alimento sea presentable y cubra estándares de presentación en un empaque comercial.
Para ello, busca los servicios de un “co-packer” o empacador, es decir, una firma especializada en diseñar y tomar los productos a granel y empaquetarlos siguiendo normas sanitarias; este tipo de servicos brindan también asesoría y apoyo para cumplir las exigencias de tu país, de manipulación y preservación.
Otras ideas a considerar:
- Desarrolla un contenedor que sea primordialmente funcional, pero que también atraiga la vista
- Usa un empaque a prueba de abolladuras y materiales que amortigüen y protejan tu producto al momento de despacharlo
- Usa etiquetas que capturen la atención y que sean informativas al mismo tiempo
- Incluye todos los ingredientes e información nutricional en tu etiqueta, además de las indicaciones sobre posibles alergias.
Para más información al respecto puedes visitar: packagingstrategies.com
Toma en cuenta la parte legal y comercial
- No dejes de lado la formalidad legal, debes trabajar las bases de tu compañía con la ayuda de un abogado de empresas o una compañía de servicio en línea
- De los tres tipos de propiedad que existen, puedes iniciar con una firma de un solo propietario
- Considera que necesitarás una cuenta bancaria que esté específicamente vinculada al giro de tu negocio, que operará como una cuenta personal, pero que al tenerla separada te ayudará a controlar más eficientemente los gastos y a protegerte contra cualquier obligación comercial
- Debes pensar también en un nombre comercial para tu producto que lo destaque de tus posibles competidores potenciales
- Incluye todos los costos de envío y entrega cuando definas la estructura de precios
- Contrata una fuerza de trabajo estable si estás produciendo los alimentos tú mismo. Busca personas que tengan experiencia en la industria de servicio de alimentos y que compartan tu pasión por la comida. Para ello, puedes contratar avisos en publicaciones locales o sitios de reclutamiento en línea y hacer revisiones de currículos. Coordina entrevistas personales con candidatos potenciales para encontrar personas que vayan bien con tu personalidad y ética laboral.
Y para empezar a vender
Prepara un sitio web para vender tu alimento en línea. Usa un programa para el diseño de sitios web o procura que sea desarrollado por un experto webmaster. Tu página en internet deberá tener información detallada sobre los productos que estás vendiendo.
También deberás crear perfiles en redes sociales con material publicitario e información de contacto, números telefónicos, correos electrónicos, una dirección física, además del dominio o página web donde se pueda comprar el producto.
Por último, invierte en herramientas de optimización de motores de búsqueda para conseguir que tu sitio web sea visible, mediante las principales páginas de búsqueda (Google, Bing, Yahoo!).
Pero antes que todo esto, deberás tener paciencia y tenacidad ante cualquier inconveniente que surja durante todo el proceso. ¡Éxitos!