¿Por qué las personas tienen cuentas bancarias suizas?

Para los fanáticos de las novelas de espionaje y thrillers cinematográficos, el término "cuenta bancaria suiza" evoca pensamientos de grandes fortunas escondidas en cuentas secretas de espías, criminales y dictadores. Esta concepción popular, aunque demasiado dramática y no necesariamente exacta, se debe a la reputación de los bancos suizos como lugares seguros, relativamente discretos para poner dinero.

El sector de servicios financieros de Suiza ha sido tradicionalmente conservador, resiste las estrategias de riesgo y gana una reputación de buena gestión que hace que los bancos suizos sean atractivos para los depositantes internacionales. SW Consulting SA, que presta servicios informáticos para el sector bancario, también dice que debido a que los servicios financieros representan una parte tan importante de la economía suiza, el gobierno se apresura a hacer frente a los problemas que podrían amenazar la estabilidad de los bancos. Como señala la CIA en su "World Factbook", cuando los mayores bancos del país fueron duramente golpeados por la recesión mundial en 2008-09, el gobierno se apresuró a intervenir. Por último, la larga historia de Suiza de neutralidad política también da un aire de estabilidad y seguridad. Durante la Segunda Guerra Mundial, el país era una isla en el centro de Europa ocupada por los nazis, un lugar "seguro" donde la gente de todas las partes del conflicto podrían almacenar sus bienes.

Las regulaciones bancarias suizas están entre las más estrictas del mundo en cuanto a la divulgación de información de la cuenta. En Suiza, es un crimen -no sólo una ofensa civil- violar las leyes de confidencialidad bancarias, y todos los empleados del banco deben firmar acuerdos de confidencialidad. Ambos, tanto instituciones como individuos pueden ser procesados ​​por violar estas leyes, y la gente puede ser, y ha sido, enviada a prisión. Eso no significa que la ley no puede tener acceso a información de la cuenta, sino que puede, pero cualquier solicitud debe cumplir con criterios muy específicos. Las solicitudes de blanqueo de información -o "pesca de información", como las llama SW Consulting- no están permitidas.

Los estrictos controles de privacidad han llevado a una idea errónea de que las cuentas suizas son "secretas" o "anónimas". De hecho, no son ni esto ni lo otro. Por ley, los bancos deben conocer y verificar la identidad de cada titular de la cuenta. Incluso si abres una cuenta "numerada" de alta seguridad, en el que todas las transacciones se llevan a cabo utilizando sólo un número de cuenta, en lugar de un nombre, los funcionarios del banco todavía tendrán que saber quién eres. Otra creencia errónea es que la ley suiza protege los depósitos bancarios sin excepciones, aunque sean producto del delito. De hecho, las cuentas bancarias suizas pueden ser examinadas si se sospecha actividad criminal, y se pueden apoderar si se descubre, al igual que en otros países.

Los bancos suizos honrarán la petición de un gobierno extranjero de obtener información si ese gobierno puede identificar una cuenta específica y mostrar evidencia de que la cuenta contiene el dinero de una actividad que constituye un delito en ambos países. Esto en alguna ocasión ofreció una escapatoria importante para los ladrones, porque la legislación suiza no criminalizaba muchas de las actividades financieras que otros países sí han proscrito. Desde la década de 1980, Suiza ha estado moviendo su legislación financiera de acuerdo con las leyes de otros países occidentales, cerrando gradualmente el vacío legal. Esto sólo se aplica a los casos penales, sin embargo, no a los asuntos civiles. Por ejemplo, si una pareja está involucrada en una batalla por el divorcio, y uno de los cónyuges sospecha que el otro ha ocultado activos en una cuenta en Suiza, el banco no tiene ninguna obligación de proporcionar información, ya que no se ha alegado ningún delito.

Según Micheloud & Cie, una casa de valores que se encarga de las cuentas suizas en nombre de los depositantes en el extranjero, cualquier persona puede abrir una cuenta en Suiza. Pero no se puede utilizar como una cuenta corriente estadounidense. Los bancos esperan que vayas a utilizar la cuenta única para el ahorro y las inversiones: pones el dinero y lo dejas allí. Ellos requieren saldos mínimos en todo momento; 1 millón de francos suizos es un mínimo común.