¿Cuál es el orden correcto de los activos en el balance de liquidez?

La liquidez se refiere a la rapidez con que un propietario puede vender un activo o convertirlo en dinero en efectivo. La normativa contable establece normas y procedimientos que las empresas deben seguir al informar los activos en los balances. Estos informes también se llaman estados de situación o estado de situación patrimonial financiera. En un balance general, los contadores indican los activos más líquidos en la parte superior y los recursos menos líquidos en la parte inferior.

El activo más líquido, el efectivo representa el poder de fuego económico que da a las empresas solvencia, aparte de las empresas que rayan en bancarrota. El efectivo consiste en fondos en las arcas corporativas, así como instrumentos líquidos, tales como certificados de depósito. Algunos activos altamente líquidos, como los bonos del Tesoro de Estados Unidos, también se consideran efectivo y los titulares pueden negociarlos por dinero en efectivo.

Estos representan las cantidades a cobrar a los clientes dentro de los próximos 90 días o menos, dependiendo de las condiciones de crédito. Las cuentas por cobrar de clientes son los recursos líquidos porque una empresa puede vender a instituciones específicas. Los factores, también conocidos como las empresas de factoraje, permiten a las empresas recaudar fondos en un corto plazo, por lo general por una tarifa calculada como un porcentaje de la cantidad total que deben pagar.

La gestión del inventario incluye los activos de vigilancia, tales como materias primas, productos semielaborados y productos terminados por completo. Hacer seguimiento del inventario permite a una empresa evitar excesivas pérdidas resultantes de exceso de pedidos, el almacenamiento y el costo de oportunidad que pueda surgir si los clientes ya no quieren los productos almacenados.

Estos se llaman así porque una empresa puede venderlos en una transacción de mercado abierto si la empresa necesita dinero en efectivo inmediato. Los valores negociables van desde los productos tradicionales, tales como acciones y bonos, a los activos "exóticos" (opciones y derivados, por ejemplo). Para registrar los productos de inversión como valores negociables, los contadores determinan si existe un mercado líquido para activos específicos. En otras palabras, se aseguran de que haya suficientes compradores y vendedores de los productos.

Estos son los valores que una empresa compra por un beneficio a largo plazo o corto plazo, con finalidad especulativa. La empresa puede vender los instrumentos dentro de un corto plazo, a pesar que su intención inicial es mantener los activos. Los contadores los registran como "otros ingresos integrales", ganancias o pérdidas derivadas de los instrumentos disponibles para la venta. Este artículo de ingreso es parte de la declaración de ganancias retenidas.

También conocido como capital, activos fijos o tangibles, los recursos de largo plazo se consideran activos menos líquidos. Esto se debe a que suelen servir en las operaciones de la empresa durante más de un año y en la mayoría de los casos, varios años. Las empresas compran bienes de capital, con una perspectiva a largo plazo, especialmente en las industrias que requieren grandes inversiones de manufactura. Los recursos tangibles incluyen terrenos, edificios, equipos y maquinaria de producción.