Objetivos de la resolución de conflictos

La resolución de conflictos es el proceso de difusión de un conflicto entre dos o más personas. La resolución de conflictos formal se imparte en los centros de trabajo y en las escuelas y por lo general tiene varios objetivos e implica el desarrollo de habilidades que te permiten comunicarte mejor. La resolución del conflicto no va a eliminarlo, sino que puede evitar que estos terminen en una situación violenta o dañina emocionalmente.

Uno de los objetivos de la resolución de conflictos es reconocerlos cuando están comenzando. Para reconocer el conflicto, debes prestar atención a tu estado emocional y al estado emocional de quienes te rodean. Existen diferentes respuestas emocionales que indican conflictos. Algunos, por ejemplo, pueden retirarse cuando se enfrentan a conflictos. Si un participante en una discusión de repente deja de comunicarse, esto puede indicar conflictos.

El entrenamiento en resolución de conflictos te enseña a reconocer los diferentes estilos de conflicto. Según la Foundation Coalition, hay cinco modos que utilizan las personas para hacer frente a los conflictos: competiendo, cediendo, evitando, colaborando y acomodándose. Competir significa que tratarás de poner fin al conflicto a través de la asertividad y la influencia. Evitar es cuando te retiras del conflicto. Acomodarte es cuando estás dispuesto a ir junto con las otras partes en el conflicto y estás menos dispuesto a hacerte valer. El estilo conflicto de ceder es cuando te haces valer, pero estás dispuesto a negociar. Colaborar es cuando todas las partes son asertivas al expresar sus necesidades y cooperan para encontrar una solución.

Una vez que conozcas los diferentes estilos de conflicto, la resolución de conflictos te enseña a reconocer tu estilo propio de conflicto. Si tiendes a dominar y a salirte con la tuya, puedes tener un estilo de conflicto de competencia, por ejemplo. No existe necesariamente un estilo de conflicto correcto o incorrecto, simplemente el mejor estilo de conflicto para una situación dada. Si tiendes a evitar el conflicto, por ejemplo, eso es apropiado para un conflicto sin importancia, como un desacuerdo sobre dónde ir a comer. Sin embargo, no es apropiado para una decisión sobre un proyecto que influye en si vas o no a recibir un aumento. Debes adoptar un estilo de conflicto más firme, como un estilo de compromiso o colaborativo.

La resolución de conflictos también te enseña a adaptarte a las diferentes situaciones y conflictos difusos. Esto normalmente se realiza a través de juegos de roles de conflicto. Los juegos de rol se orientan al grupo que experimenta el entrenamiento en resolución de conflictos. Por ejemplo, un grupo de estudiantes universitarios haciendo el entrenamiento en resolución de conflictos pueden hacer un juego de roles de un conflicto con un compañero de cuarto en un dormitorio desordenado. Otros miembros del grupo observan y luego, el grupo discute el conflicto, los dos estilos de conflicto y los diferentes enfoques de conflicto que podrían haber funcionado mejor.