Lista de los activos más líquidos

Imagina que tienes que pagar US$1.000 a alguien mañana. Para pagar esta deuda, es posible seguir una serie de opciones: retirar dinero de tu cuenta bancaria, un cheque o vender tus posesiones para llegar con el dinero son algunos ejemplos. Algunas de estas opciones tienen una mayor liquidez, o convertibilidad, que otras. Con algunas de las opciones, puedes pagar a la persona de inmediato, mientras que otras requieren de tiempo y otra parte. Los activos más líquidos requieren poco o nada de conversión (y, por lo tanto, una mínima pérdida de valor) para pagar deudas.

El dinero en efectivo en tu moneda nacional es el más líquido de todos los activos. Al entregar a los deudores efectivo, el pago se recibe y procesa de inmediato. Del mismo modo, tener dinero en efectivo en la mano significa que la empresa tiene barreras limitadas con respecto a la compra y venta de artículos. La moneda extranjera es otro activo líquido, pero no puedes pagar los artículos con la misma facilidad que con la nacional. La moneda extranjera requiere que el comprador y el vendedor determinen el tipo de cambio y la conversión de la moneda en la denominación de mutuo acuerdo. Arthur Keown, autor del libro "Fundamentos de finanzas", explica que las empresas deben retener el dinero suficiente para pagar sus obligaciones financieras a tiempo. Sin embargo, no deben sentarse en demasiado dinero en efectivo. En su lugar, la empresa debe invertir dinero en intereses, sin embargo, de los activos menos líquidos.

Los activos equivalentes son también activos de alta liquidez. Estos pueden convertirse en dinero en efectivo de forma rápida y no tienden a perder valor en el proceso. Los ejemplos activos equivalentes incluyen papel comercial (un instrumento de deuda a corto plazo), fondos del mercado de dinero, tus ahorros y dinero de cuenta corriente y los bonos del Tesoro. En los estados financieros, los activos equivalentes se suman al valor en efectivo. Loren Nikolai, autor del libro "Contabilidad intermedia", explica que los activos equivalentes deben, por definición, tener un plazo de vencimiento inferior a tres meses.

Las cuentas a cobrar son las cantidades de dinero que se les debe a los demás. Aunque la determinación de cuándo tus clientes te devolverán el dinero puede ser difícil, la suposición general es que recibirás el dinero en un futuro próximo. Gene Siciliano en su libro, "Finanzas para el gestor no financiero", dice que el tiempo de cobro de las ventas a crédito es variable, pero la longitud típica de 30 a 60 días clasifica las cuentas por cobrar como un activo "actual".

Las inversiones a largo plazo son menos líquidos que el efectivo y los activos equivalentes. Debido a que algunos de estos activos pierden valor si se convierten antes de su fecha de vencimiento, el propietario no puede convertirlos en dinero en efectivo con facilidad. Ejemplos de inversiones a largo plazo son los certificados de depósito (CD), cuentas IRA Roth, bonos y otros activos que planees mantener durante al menos un año. El inventario y elementos físicos, como las plantas, propiedades y equipo son otros activos, pero no son muy líquidos. Si las empresas necesitan vender estos artículos rápidamente, lo más probable es que tengan que ser vendidos a precio inferior al valor de mercado.