Instrucciones para crear un registro del trabajo de oficina y actividad diaria

Independientemente de lo seguro que te sientas sobre tus habilidades profesionales, ir a trabajar con una mentalidad de "simplemente hacerlo" no te ayudará a ser consciente de todo tu potencial. Incluso las personas con más talento se enfrentan a la fatiga después de horas en la oficina. Por este motivo, un registro de actividad puede ayudarte a comprender cómo pasas tu día en el trabajo actualmente y conseguir una planificación más efectiva en el futuro. Hay determinados aspectos clave en los que centrarte para preparar tu registro.

Para que el registro de actividad tenga una base real, necesitarás estar en el trabajo. No intentes hacer rápido tus tareas (sacrificando la calidad) y no te sientas bajo presión por querer resultados buenos. Nadie verá el registro excepto tú, así que no necesitas impresionar a nadie. Además, el objetivo del registro es tener una idea del trabajo diario regular, no que sea extraordinario.

Las tareas de trabajo importantes no son las únicas actividades que debes anotar. Por ejemplo, si pasas tiempo buscando una hoja en blanco o leyendo los e-mails, anótalo. Puede que sólo sean unos segundos, pero tu cerebro necesita volver a centrarse en el trabajo y si estas distracciones pasan con frecuencia, puede llevarte varios minutos en tu día de trabajo. Anota todas las tareas triviales repetitivas para que el próximo día puedas llevar un taco de papeles y crear un notificador de e-mails automático, por ejemplo.

Cuando estás en el trabajo, no siempre es fácil recordar que también te estás grabando, así que puede que olvides anotar cuando empezaste una tarea y cuando la terminaste, o incluso puede que dejes varias horas seguidas sin actividad. Por este motivo, ten delante el registro, al lado del teclado o en otro lugar donde puedas verlo. Evita tenerlo en un maletín o bolso, ya que cambiar de una tarea a otra rápidamente no te permitirá recordar que tienes un registro que mantener.

Incluye comentarios sobre cómo te sentiste al terminar cada tarea. Anota algo corto sobre lo fácil que era la tarea y lo centrado que estabas. También puedes hacerlo anotando tu disposición para trabajar con una escala del 1 (terrible) al 5 (agradable). De esta forma, podrás evaluar las horas más productivas en la oficina y colocar las tareas más importantes en ese momento del día.