Conceptos sobre la sustitución de productos

La sustitución de productos es un ejemplo de la elasticidad de precio cruzado. Los bienes sustitutos satisfacen los mismos deseos y necesidades en una situación dada. Los conceptos de sustitución de productos pueden tener efectos específicos sobre la ley de la oferta y la demanda y las decisiones que las empresas toman.

La sustitución de producto es un producto que los clientes pueden comprar en lugar de otro. Esto puede ocurrir en muchas industrias, especialmente en la alimentaria. Las personas pueden comer una gran variedad de alimentos para alimentarse. Por ejemplo, si los pomelos no están disponibles por alguna razón, la gente puede comer naranjas para obtener vitamina C. La sustitución de productos es más común cuando los productos se vuelven demasiado caros o no están disponibles. Los productos de sustitución son lo contrario de los productos complementarios, cuando el cambio de un producto tiende a cambiar a otro producto. Un ejemplo de esto es cuando una caída en el precio de los palos de golf provoca un aumento en la venta de palos de golf y también un aumento en la venta de pelotas de golf.

Por lo general, un aumento en el precio de un bien producirá un aumento de la demanda de otro. A la inversa, una disminución en el precio de un bien reducirá la demanda de otro bien. Cuando la demanda de un producto cae en respuesta a un producto sustituto, las empresas pueden reducir sus precios como consecuencia de ello. Si bajan sus precios lo suficiente, pueden causar que la demanda de sus productos aumente mientras que la demanda de los demás productos cae.

Los productos pueden sustituir total o parcialmente el uno al otro. Por ejemplo, en la ciudad, los coches y bicicletas son formas adecuadas de transporte. Por lo tanto, ambos pueden sustituirse entre sí en este respecto. Sin embargo, sólo las bicicletas sirven para hacer ejercicio, por lo cual una disminución en el precio de los coches no va a disminuir el número de bicicletas compradas con fines de ejercicio.

Los conceptos de sustitución de productos pueden ser transferidos a la mano de obra también. Las tecnologías ahorradoras de trabajo, tales como equipos de fabricación automatizados, pueden sustituir a los trabajadores humanos mediante la realización de tareas de manera más eficiente y eficaz.

La sustitución de productos también influye en las empresas obligándolas a producir bienes diferentes. Por ejemplo, los agricultores pueden tener que cambiar entre diferentes cultivos cuando la demanda de los cultivos o el clima cambian. Estos agricultores tendrán un número limitado de cultivos para elegir sobre la base de las condiciones del suelo y el clima de la tierra que cultivan. Los empresarios reducen o aumentan la producción en función de la demanda de sus productos y servicios. Sin embargo, cuando cortan la producción de un bien, tienen que encontrar algo que hacer con su capital, incluyendo su equipo y mano de obra. Por lo tanto, deben encontrar un buen sustituto para producir.