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Indicadores financieros claves para analizar las fortalezas de una empresa
La fortaleza financiera de una empresa se mide en su capacidad para brindar beneficios.
La fortaleza financiera se logra cuando una compañía o corporación ofrece beneficios a sus accionistas por medio del reparto de dividendos consecuente y satisfactoriamente.
Para lograr esos resultados es necesaria una buena gestión que cumpla los objetivos de producción y ventas de forma eficiente, posicione sus marcas y productos, gane participación de mercado y determine las políticas de inversión y financiación óptimas.
Cuando por medio de una buena gestión se alcanza la fortaleza financiera, ésta es percibida en el mercado por los distintos grupos de interés, por lo que el valor de la compañía aumenta. Potenciales accionistas y acreedores mostrarán interés en la empresa y el valor de sus acciones aumentará.
Los resultados financieros de la empresa, así como principales decisiones de inversión y financiación se resumen en los estados financieros. Analistas, potenciales acreedores y accionistas suelen considerar algunos indicadores financieros para evaluar los resultados y la fortaleza financiera.
Los indicadores financieros son relaciones algebraicas o cocientes entre partidas de los estados financieros que se contrastan para medir un objetivo en particular. Puede ser de solvencia, de rentabilidad, de estructura de capital o de calidad y eficiencia de los activos.
Esta serie finita o limitada de indicadores financieros se usan como una forma de revelar la salud y fortaleza financiera de una empresa. Algunos indicadores claves revelan las fortalezas mejor que otros.
Los indicadores financieros se representan en porcentajes o en formato decimal, lo que permite comparar tasas de una empresa respecto de sus competidores o respecto a períodos anteriores. Los líderes de organizaciones, inversores y acreedores deben comprender cómo funcionan estos indicadores y cuál es su importancia a la hora de analizar el pulso financiero de una firma.
Para el Baco de Desarrollo de negocios de Canadá son cuatro los objetivos módulos que deben ser evaluados mediante el uso de indicadores financieros, estos son: Ratios de liquidez, coeficientes de eficiencia, razones de rentabilidad e indicadores de apalancamiento.
Distintos indicadores financieros se agrupan en los módulos u objetivos descritos en el párrafo anterior. Se puede diseñar cualquier indicador financiero de acuerdo al interés del analista y lo que se desea medir.
Se pueden calcular razones o indicadores tan variados como partidas y relaciones entre estas existan en el balance y el estado de resultados, sin embargo para que su uso sea eficiente deben limitarse en número.
De acuerdo con Accountingdepartment.com son solo doce los indicadores o razones que se deben revisarse para conocer la fortaleza y el desempeño financiero de un negocio. Examinemos los más importantes vinculados a la fortaleza financiera de una compañía.
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Indicadores financieros vinculados a la fortaleza de una empresa
Dado que la fortaleza financiera es la capacidad del negocio para generar buenos dividendos a sus accionistas, los indicadores financieros que mejor definen esa capacidad son los asociados a la liquidez o ratios de liquidez y la rentabilidad o razones de rentabilidad.
Adicionalmente expongamos otros que brindan un panorama integral de la gestión financiera del negocio como la razón deuda-patrimonio y los índices de eficiencia o rotación.
Tasa de liquidez
La tasa de liquidez es una tasa financiera, del módulo de liquidez o solvencia importante para determinar la fortaleza de una empresa, ya que ésta muestra la habilidad de pagar las deudas de corto plazo, es decir, la solvencia del negocio.
La tasa de liquidez se calcula dividiendo los activos corrientes por los pasivos corrientes. Cuanto mayor es la tasa de liquidez, mejor es la habilidad de la empresa de honrar sus deudas de corto plazo. Una empresa con una tasa de liquidez menor a 1 puede experimentar dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras.
Tasa deuda- patrimonio neto
La relación deuda-patrimonio neto es otro indicador financiero perteneciente al módulo de apalancamiento importante en la fortaleza de una empresa.
Esta tasa divide el pasivo total por el patrimonio neto total. Ésta muestra qué proporción de los recursos de una empresa están financiados por deuda en relación al patrimonio neto.
Una tasa alta de deuda- patrimonio neto puede ser una señal de que se está haciendo un uso excesivo de deuda para financiar las operaciones, lo cual, puede limitar las oportunidades de financiamiento futuras de la organización.
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Margen de ganancia neto
El margen de ganancia neto es una medida de la rentabilidad que compara las ganancias netas con los ingresos totales.
El margen de ganancia neto es clave porque muestra la habilidad de una empresa para convertir las ventas en ganancias lo que se refleja en la capacidad para posterior pago de dividendos.
El margen de ganancia neto da una mejor idea de la fortaleza de una empresa que otras tasas de rentabilidad, porque toma en cuenta todos los gastos.
Cuanto mayor es el margen de ganancia neto, mejor es la fortaleza financiera de la compañía a nivel de resultados. Los márgenes de ganancia varían según la industria, de modo que es posible comparar un margen con otro de la competencia.
Retorno sobre el patrimonio neto
El retorno sobre el patrimonio neto o ROE (Return Over Equity) es otra razón de rentabilidad que muestra qué tan eficientemente usa la empresa el patrimonio de los accionistas en forma de acciones comunes para producir beneficios netos.
El retorno sobre el patrimonio neto se calcula dividiendo los ingresos netos por el total del valor de las acciones comunes. Un mayor retorno es mejor que uno más bajo. Es otro indicador de suma importancia respecto a la fortaleza financiera de la compañía pues mide el rendimiento porcentual de la inversión de los accionistas.
El ROE aparte de medir directamente la fortaleza financiera, es considerado también un medidor de la gestión la empresa.
Rotación de cuentas a cobrar
Una empresa puede denotar un indicador de liquidez alto por unas cuentas por cobrar elevadas que no rotan o no se cobran. Esto se descarta con una buena rotación de las cuentas por cobrar. Este es uno de los indicadores del módulo de calidad y eficiencia de los activos.
Divide las ventas a crédito por las cuentas a cobrar para calcular la rotación de las cuentas por cobrar. Este indicador muestra la fortaleza de las políticas de crédito de la empresa al determinar cuántas veces en el año en promedio, se recuperan la cartera de cuentas por cobrar.
El período de cobro promedio se transforma en una tasa que mide los días que en promedio transcurren hasta el cobro o recuperación de las cuentas por cobrar. La fórmula es 365/tasa de rotación de cuentas a cobrar. Permite aproximar cuánto tiempo se tarda en convertir en efectivo las ventas a crédito.
Rotación de inventarios
Una forma en que la empresa puede mostrar fortaleza financiera a la par que una verdadera solvencia, es al rotar adecuadamente sus inventarios.
La tasa de rotación de inventarios se calcula dividiendo el costo de las mercancías vendidas reportado en el estado de resultados por el inventario promedio del período del balance general.
Una tasa alta de rotación de inventarios es favorable, cuando la empresa mueve sus inventarios rápidamente.
Para llegar al período de rotación de inventarios, esto es el número promedio de días para movilizar el almacén de la empresa hacia el mercado, se calcula dividiendo 365 por la tasa de rotación de inventarios.