Negocios
¿Por qué el Gobierno regula las empresas?
La regulación de los empresas no es algo nuevo. Desde la época de las primeras trece colonias americanas, las empresas estadounidenses han sido reguladas por el control de importación / exportación, los ingresos fiscales, la protección de la industria, y varios otros propósitos. Sin embargo, como las empresas se han vuelto más desarrolladas y más globales, la necesidad de flexibilidad y la liberación de las regulaciones restrictivas y el escrutinio del gobierno se ha convertido en un problema. Como resultado, el propósito y los beneficios de la regulación se han puesto cada vez más en tela de juicio.
El propósito
El gobierno regula a las empresas por varias razones. La primera es la seguridad pública y el bienestar. Muchas industrias se revisan y supervisan regularmente para verificar que sus actividades no salgan mal, pudiendo tener efectos significativamente perjudiciales para la salud humana, el bienestar económico, o la estructura de la comunidad.
La segunda razón es la protección de la industria. Muchas regulaciones existen para proteger a las personas que han desarrollado su actividad correctamente; licencias, permisos y las inspecciones del gobierno eliminan a los indeseables o a las actividades criminales que perjudican a las industrias honestas.
La tercera razón es la generación de ingresos. Muchos programas requieren una certificación o licencia que las empresas deben pagar para poder operar. Los fondos recaudados van a pagar los programas de gobierno que realizan la supervisión de la industria en particular. Sin embargo, en muchos casos, una parte de los ingresos también se desvían para propósitos generales del gobierno y es, en efecto, un impuesto.
El desarrollo del siglo 20
La regulación de las empresas del siglo 20 ha desarrollado en varios niveles de gobierno a través de la forma de comisiones. Los departamentos gubernamentales y agencias todavía están muy involucrados. Sin embargo, las comisiones son vistas como más sensibles, y los miembros del consejo pueden, en muchos casos, pertenecer a la industria privada, proporcionando una cara receptiva a los intereses empresariales del gobierno. Al hacerlo, también proporcionaban al gobierno con aquellos que tomaban decisiones, los cuales entendían íntimamente los temas de negocios y cómo pueden entrar en conflicto con las nuevas regulaciones o cambios. Este enfoque también permite una resolución mucho más barata de conflictos legales que llevar desafíos de regulación al sistema judicial a través de una demanda formal.
Los intentos de la desregulación y los resultados
Los experimentos del gobierno por salir del negocio de la regulación, es decir la desregulación, han sido mixtos. De hecho, hasta la década de 1970 el gobierno estaba trabajando en la dirección opuesta, con la creación de nuevas agencias a nivel federal, como la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
La desregulación de gran envergadura se inició en la década de 1980 con la eliminación de la supervisión en el sector del transporte aéreo y el de las industrias de telecomunicaciones, ferrocarril y transporte por carretera. Aquellos por lo general han tenido éxito y siguen funcionando, desregulados, en la actualidad.
Resultados menos impresionantes en la práctica
Por otro lado, la desregulación financiera ha creado grandes problemas en los negocios. El relajamiento de la vigilancia en la industria de ahorro y préstamo ha dado como resultado el fracaso de los bancos, y ha dejado que los contribuyentes paguen los platos rotos por los valores perdidos de la cuenta. En la década de 2000, la desregulación de la industria eléctrica permitió que se jugara con los precios a gran escala con fines de lucro. Los resultados derrumbaron los mercados completamente y crearon pánico social por la subida de los precios de la electricidad basados en la volatilidad del mercado.
El derrumbe de la crisis crediticia de 2008 volvió a señalar la necesidad de una mayor regulación en las empresas, particularmente en el sector financiero. El hecho de que un pequeño número de entidades bancarias e instituciones financieras podrían jugar con los inmuebles y los sistemas financieros de inversión ha enfurecido a muchos, lo suficiente para que pidan nuevas restricciones sobre las actividades de este tipo.
Conclusión
Los gobiernos de Estados Unidos en todos los niveles dependen de las empresas tanto para la viabilidad del país como para el apoyo financiero prestado. Gran parte de los ingresos fiscales del gobierno provienen todos los días de las industrias. Dicho esto, a un empresario o gerente, los múltiples niveles de supervisión gubernamental pueden parecerle confusos y/o innecesarios. Sin embargo, esta diferencia de perspectiva con frecuencia se equilibra a través de los híbridos en la forma de comisiones y juntas sobre una actividad de industria en particular, teniendo en cuenta tanto la regulación y el flujo relativamente libre de comercio.