Características de los seguros

Los seguros son contratos suscritos por un tiempo determinado entre una persona o empresa con una compañía que a cambio de percibir una prima mensual de parte de la primera, se compromete a pagarle a esta una indemnización monetaria si sufre un accidente, robo o algún tipo de daño en sus instalaciones y equipos antes de cumplirse el lapso de tiempo previamente estipulado.

Entre las principales características de los seguros tenemos que pueden ser contratados por una persona, pero también por grupos de individuos o empresas de cualquier tamaño. Además no hay otro límite para la cantidad de seguros que se pueden contratar excepto el que ponga la capacidad económica del asegurado.

Otra de las características de los seguros es que pueden cubrir gran variedad de situaciones, como en el caso de los seguros de vida o contra daños personales, seguros de vehículos livianos, pesados y motocicletas; seguros contra daños por incendio o contra desastres naturales; seguros contra robo, etc.

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Aunque sus funciones específicas difieren, las características de los seguros son similares en todos los casos y variedades de contrato.

En general, las empresas aseguradoras perciben su ganancia al no ocurrir ningún percance que las obligue a pagar la indemnización estipulada en el contrato.

Por tal razón, suelen exigir severas condiciones a los asegurados, como el estar en buena salud (para los seguros de vida) o contar con adecuados equipos contra incendios o antirrobos, en el caso de viviendas, empresas o vehículos, entre otros.

A nivel económico y legal, los seguros son considerados como una herramienta muy valiosa para manejar el riesgo financiero que implica operar una empresa o tener propiedades costosas.

Vamos a revisar cuáles son las características de los seguros y qué los distinguen de otro tipo de contratos.

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¿Cuáles son las partes que participan en un contrato de seguro?

Los seguros siempre involucran a dos partes, llamados el asegurador y el asegurado. Este último también se denomina titular de la póliza.

El asegurador es una persona o compañía que otorga el seguro, mientras que el asegurado es una persona o grupo que adquiere la cobertura.

Al igual que en cualquier otro tipo de contrato comercial suscrito en el mundo moderno, en el proceso de adquisición o contratación de una póliza de seguro también hay personas que actúan como intermediarias.

En este caso es común la figura del corredor de seguros, que es una persona que actúa como representante de la empresa aseguradora y tiene la función tanto de captar nuevos clientes para la cartera de seguros de dicha empresa, como de ayudar al cliente asegurado a tramitar las indemnizaciones a las que pudiera tener derecho a la hora de ocurrir una contingencia estipulada en el contrato.

En este caso, el corredor de seguros es la cara visible de la empresa ante el público al que va atender y es la primera persona a la que el cliente acudirá cuando se presente una situación para la cual está cubierto por la póliza adquirida.

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Son contratos de Buena Fe

De acuerdo con Kennet Black y Harold Skipper en su libro "Life & Health Insurance" (Seguros Médicos y de Vida), un seguro es un contrato de buena fe que requiere un alto grado de honestidad por parte de las dos partes, asegurado y asegurador.

En términos legales, esto implica que se espera que cada parte actúe de la mejor manera para evitar tomar ventaja del otro. Tanto el asegurado como el asegurador tienen la obligación de revelar la información y hechos materiales que afectan positiva o negativamente al otro.

Siendo un contrato de buena fe, el asegurador confía únicamente en las declaraciones del asegurado al evaluar la aceptación de la cobertura, y el asegurado confía únicamente en la buena fe del asegurador para otorgarle la mejor cobertura de riesgo.

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Los seguros involucran siempre una indemnización

Los seguros son contratos de indemnización, lo cual significa que las responsabilidades financieras serán divididas entre ambas partes. La indemnización es un acto legal en el cual una parte está protegida contra ciertos costos o riesgos al transferirlos a la otra parte.

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Se basan en pagos de primas

Una compañía aseguradora otorga cobertura solamente contra el pago de una tarifa, llamada prima de seguros. Además, el seguro contratado tendrá una vigencia concreta, que puede ser de unos pocos meses a varios años según lo acordado entre las partes.

Al igual que cualquier otro contrato comercial, aquí se manifiestan obligaciones y derechos recíprocos para el asegurador y el asegurado. Quien adquiere un seguro espera contar siempre con una protección económica ante daños o pérdida de sus bienes.

Incluso se puede contratar seguros contra el cese de lucro (desempleo inesperado o injustificado) y por la pérdida de la vida. En este último caso el beneficio irá a los familiares del fallecido o a quien este haya designado como beneficiario de la póliza.

Por su parte el asegurador espera obtener ganancias a través de las primas mensuales cobradas por la póliza de seguros vendidos, por lo que el pago de las primas será siempre la primera prioridad para ambas partes si se desea que el contrato siga vigente en todos sus términos.

Es de destacar que debido a que la prima es el monto cobrado por el asegurador para otorgar la cobertura de riesgo, el precio de estas subirá o disminuirá según las políticas de la empresa aseguradora y el cumplimiento o no de ciertas condiciones por parte del interesado en la póliza.

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Por ejemplo, a la hora de contratar un seguro de vida, la empresa aseguradora hará una evaluación del estado físico del beneficiario, que incluirá parámetros como su edad, condición física general; presencia de enfermedades degenerativas o cáncer; antecedentes de enfermedades familiares como diabetes, infartos o dolencias hereditarias; ocupación laboral (y riesgos que esta tenga); hábitos alimenticios y potenciales vicios como fumar o beber en exceso, entre muchos otros.

De esta evaluación dependerá entonces el monto de la prima exigida por la aseguradora al cliente. Las personas más jóvenes y en buen estado de salud pagarán siempre primas mucho menores que los adultos mayores o quienes hayan tenido enfermedades como cáncer o accidentes incapacitantes total o parcialmente.

Además, estas primas pueden variar al renovarse el seguro por haber vencido el tiempo por el cual fue contratado. Por ejemplo alguien asegura su vehículo nuevo y paga US$ 200 dólares mensuales por seguro contra robo o daños por un período de 5 años. Al renovar este seguro al término de esos 5 años la aseguradora pondrá condiciones mas exigentes por cuanto se trata de un vehículo que ya no es nuevo y estará más propenso a daños.

En este caso, una opción es aceptar un seguro con primas más bajas, pero que tendrá también una cobertura menor.

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Los seguros se basan en la aleatoriedad

Tal y como explica el autor Brian Breuel en su libro "The Complete Idiot's Guide to Buying Insurance and Annuities" (Guía del completo idiota para adquirir seguros y anualidades), los contratos de seguros son aleatorios, lo cual significa que dependen de la probabilidad y eventos futuros, cuya certeza es indeterminada.

Los titulares de las pólizas pagan primas regulares sin importar si ocurren o no los eventos que llevarían a recibir un pago de indemnización. Por ejemplo, alguien paga un seguro contra robos para su vivienda durante 10 años, sin saber si alguna vez será víctima (o no) de un hurto.

En todos los casos, el asegurado debe ver siempre la póliza de seguro como lo que realmente es, una herramienta para reducir o cubrir pérdidas solo si ocurre una eventualidad.

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