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Cómo hacer un fideicomiso para tu hijo
Crear un fideicomiso para un hijo menor o adulto puede brindarle fondos para sus matrículas y gastos de la vida cotidiana. Dado que los fideicomisos no deben ser legalizados puedes resguardarlo como una reliquia y protegerlo de acreedores. Al hacer un fideicomiso para tu hijo, considera con qué activos querrás que se vea beneficiado y contacta a un abogado o compañía legal para que te ayuden a completar los documentos correspondientes y a transferir tus activos directamente al fideicomiso de tu hijo.
Usa el nombre de tu hijo para nombrar al fideicomiso. Elige un nombre para el fideicomiso que no sea muy largo. Por ejemplo "fideicomiso de Bobby Smith" es menos incómodo que "el fideicomiso de Bobby Jason Smith".
Financia al fideicomiso con activos. Ejemplos incluyen reliquias, bienes raíces, acciones, bonos y cuentas bancarias. Contrata a un tasador para que valúe cada activo.
Dale a tu hijo el total control de los bienes raíces y otros activos. Mientras que tendrás un acceso ilimitado y la propiedad de tus activos durante tu vida, tu hijo figurará como el único beneficiario de cada activo luego de tu muerte.
Nombra un administrador de la sucesión. Este administrará el fideicomiso de tu hijo y distribuirá los activos de acuerdo a tus instrucciones. Puedes permitir que tus propiedades se transfieran directamente a tu hijo luego de que haya cumplido cierta edad, que no necesariamente debe ser de 18 años.
Retitula tus activos en el nombre del fideicomiso. Llena un acuerdo de compra y venta, el cual transferirá tus activos al fideicomiso de tu hijo.
Presta al fideicomiso de tu hijo el dinero que has pagado por tus activos. Completa una declaración de reconocimiento de deuda, el cual esencialmente funciona como una nota de préstamo para tus activos. Luego de un tiempo podrás olvidar el monto de este préstamo.