Estrategias de importaciones-exportaciones

La estrategia de exportación-importación es esencial para la salud de cualquier economía, especialmente la de los países más pequeños y pobres del mundo en desarrollo, que se encuentran vulnerables a las economías más poderosas y desarrolladas. Por lo tanto, la construcción de una estrategia comercial sólida es necesaria para el crecimiento de cualquier economía en el sistema internacional.

El Acuerdo General de 1947 sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT según sus siglas en inglés), negociado por las Naciones Unidas, tiene la intención de reducir las barreras comerciales en todo el mundo. Sin embargo, las modificaciones más recientes al GATT sugieren que los estados más pobres y más débiles necesitan ayuda extra en el desarrollo de su potencial. En la reunión del GATT en 1979, los líderes del tercer mundo describieron su papel en la estrategia comercial del mundo en desarrollo. Los principales países miembros del GATT, como Japón y Estados Unidos, aceptaron la idea de comercio preferencial con el tercer mundo, siempre y cuando ayude a los sectores exportadores y de balanza de pagos de los países en desarrollo en su conjunto.

La mayoría de los estados económicamente exitosos en el tercer mundo se han centrado en las exportaciones de sectores específicos, como una forma de obtener divisas y ganar nuevos mercados. Corea del Sur, Taiwán, China, Malasia y Singapur han utilizado esta estrategia general. Sus gobiernos han dirigido las inversiones a áreas como la electrónica, en las que estas sociedades tienen una ventaja comparativa. El acuerdo del GATT de 1979 tomó esto en cuenta al señalar a las industrias específicamente orientadas a la exportación como medio de ayudar al tercer mundo. Encontrar un nicho de mercado exterior de la sociedad y con el uso de dinero del gobierno, los incentivos y la dirección para ayudar al sector privado son elementos aparentemente esenciales para una sólida estrategia de crecimiento en términos de exportaciones.

En la década de 1970 era común que los estados del tercer mundo practicaran la "sustitución de importaciones", o levantaran pesados ​​aranceles contra los productos extranjeros para impulsar la industria nacional. Esto ha sido prohibido por el GATT. El milagro económico de China desde la década de 1980 estaba a punto de permitir la importación de bienes sin montar, ensamblados y probados por las empresas chinas. Esto permitió un nicho de mercado para China para aprovechar su mano de obra educada pero mal pagada y al mismo tiempo permitió a dicho país conocer la tecnología extranjera, para finalmente imitarla. El modelo chino es la importación de partes y luego usar su mano de obra para exportar los productos terminados a un precio menor que el que EE.UU. o la UE podrían permitirse.

Geza Feketekuty escribió un breve artículo sobre los principales objetivos que deberían conformar a la política estadounidense en el comercio. Estos se reducen a cuatro: nivelar el campo de juego global, eliminar totalmente las barreras arancelarias, construir un consenso nacional sobre las políticas comerciales y ayudar a integrar a América Latina y Asia. Las dos primeras recetas son similares, en las que la estrategia básica debe ser asegurarse de que los productos estadounidenses no sean discriminados por cualquier razón y utilizar las instituciones como el GATT y la Organización Mundial del Comercio para hacer cumplir esto. Las fuerzas estadounidenses son su alta productividad del trabajo, la tecnología innovadora y un alto nivel de la educación. Con esto, no debería haber ninguna amenaza del libre comercio.