Ejemplos de ingresos devengados

El ingreso en su forma básica es muy simple. Una transacción comercial, ya sea a través de un producto o un servicio, causa que un negocio perciba ingresos, tales como efectivo, cheque (o versiones electrónicas) o un pago basado en crédito. Sin embargo, para algunas industrias, la operación y los ingresos pueden no siempre coincidir exactamente. Esto causa un retraso entre la finalización de las actividades y el pago por ellas, razón por la cual las grandes empresas deben utilizar el método de contabilidad en valores devengados. Hay varios ejemplos comunes de ingresos devengados en muchas industrias.

En la industria de servicios financieros, el pago se basa típicamente en una acción concreta, como la creación de una cuenta, la transferencia de fondos, la autenticación de un documento o brindar consejería. Es muy común que algunas tarifas sean facturadas a los clientes después de que los servicios se hayan completado, por lo que hay un retraso entre el servicio y el pago, lo cual genera un ingreso devengado. Para los grandes clientes, los gastos sólo podrán cobrarse cada semana o mes.

La industria de servicios financieros no está sola en su tendencia hacia los ingresos devengados. Muchas industrias de servicios también terminan utilizando el método de pagos devengados. Esto ocurre cuando se brinda un servicio pero se cobra después. Por ejemplo, si una empresa realizó trabajos de jardinería por medio mes, la empresa puede retrasar el cargo, devengando sus ingresos hasta que el cliente pueda en cambio ser facturado por un mes completo de trabajo.

A veces también se difieren los pagos de producto. Aunque no es tan común como los ingresos por servicios devengados, los ingresos por producto pueden ser retenidos para algunos clientes. Los proveedores podrán enviar sus suministros a los fabricantes pero esperar hasta el final del mes para enviar una factura. Las personas también pueden negociar un pago diferido, pero esto es menos común que los ingresos devengados de otra organización.

En otras ocasiones, los ingresos devengados simplemente se deben al tiempo que se tarda en procesar un pago. La cobranza de un cheque puede tardar unos días, y durante este período de tiempo se considera los ingresos obtenidos pero devengados hasta que se recibe el efectivo. Esto es importante al final del mes, cuando los cheques que aún no son liquidados se cuentan como ingreso devengado en los estados financieros.