Diferencias entre la tarjeta de cheques y la tarjeta de débito

La tarjeta de cheques es una tarjeta de débito que funciona como una tarjeta de crédito para realizar compras. A diferencia de una tarjeta de crédito, en la que te endeudas con cada compra, la tarjeta de cheques produce la reducción casi instantánea en la cuenta bancaria del titular de la tarjeta por el importe de la compra. La verdadera distinción, sin embargo, se encuentra entre la tarjeta de cheques y la tarjeta para cajero automático (automatic teller machine, o ATM). Se refiere con frecuencia a la tarjeta para cajero automático como tarjeta de débito, pero tiene limitaciones significativas en comparación con la tarjeta de cheques.

Tanto las tarjetas para cajero automático como las tarjetas de cheques son emitidas por instituciones financieras. Las tarjetas para cajero automático sólo se pueden utilizar para depósitos, retiros, información de la cuenta, y otros tipos de transacciones bancarias a través de las redes bancarias, como la red STAR y Cirrus. La tarjeta para cajero automático normalmente no se puede utilizar para hacer compras en las tiendas minoristas como supermercados locales, a menos que la empresa tenga una terminal especial y un teclado para PIN para procesar las transacciones de débito.

La tarjeta de cheques es una tarjeta de débito que amplía las características de la tarjeta para cajero automático. Al igual que la tarjeta para cajeros automáticos, puede ser utilizada para hacer retiros en cajeros automáticos. La tarjeta de cheques tiene la característica añadida de que permite realizar compras dondequiera que se acepten Visa y MasterCard. Las tarjetas para cajeros automáticos se distinguen fácilmente porque muestran el logotipo de la institución financiera emisora ​​en el frente de la tarjeta. Esto indica que la tarjeta es una tarjeta para cajero automático. Las tarjetas de cheques, por otro lado, llevan o bien el logotipo de Visa o el logotipo de MasterCard en el frente de la tarjeta.

Las tarjetas de cheques fueron introducidas por primera vez por Visa en 1980 para ofrecer a los consumidores una alternativa segura y conveniente a la chequera o a grandes cantidades de dinero en efectivo. Muchos comerciantes no aceptan cheques, pero si aceptan las tarjetas de cheques. La tarjeta de cheques permite un mejor registro ya que las transacciones se registran como cheques tradicionales. La tarjeta de cheques son también una alternativa atractiva a la tarjeta de crédito porque las transacciones con tarjetas de crédito resultan en deuda y cargos por intereses.

Las compras con tarjeta de cheques dan como resultado el retiro inmediato de fondos de la cuenta del propietario de la tarjeta de cheques. En consecuencia, el propietario de la tarjeta se quedará sin fondos como resultado de cargos no autorizados o disputados, mientras los cargos son impugnados. Las compras con tarjeta de crédito dan la titular de la tarjeta una ventana de oportunidad para disputar los cargos con el emisor de la tarjeta y/o comerciante sin que le cueste mientras los cargos son impugnados. Esto tiene relevancia para, por ejemplo, las compras a distancia a través de Internet, donde el comprador no está familiarizado con el vendedor o con el artículo comprado. En tal caso, puede ser mejor utilizar una tarjeta de crédito.

Los usuarios de las tarjetas de cheques generalmente tienen menos protección en el caso de fraude en comparación con los usuarios de tarjetas de crédito. Es una buena idea leer los detalles sobre la responsabilidad del dueño de la tarjeta respecto al banco emisor. La diferencia en la responsabilidad puede variar de US$50 a US$500, dependiendo del momento cuando la tarjeta se ha reportado pérdida o robada.

Las tarjetas de débito prepagadas son una opción para las personas que no tienen cuentas de cheques, pero que necesitan llevar a cabo transacciones financieras utilizando el plástico, como compras a distancia y pago de rutina de facturas. Los padres también dependen de las tarjetas de débito prepagadas para darles dinero a sus hijos en la universidad, sin incurrir en el costo y el retraso de las transferencias electrónicas. Estas tarjetas de débito recargables están disponibles en una variedad de lugares y muchos bancos.