La diferencia entre los gráficos de barras y gráficos de líneas

Hay dos formas básicas de resumir y presentar datos en cualquier investigación académica o corporativa, las tablas y los gráficos.

Las tablas, aunque pueden ofrecer comparativamente un mayor nivel de detalle, pueden ser confusas y no tiene el poder de captar tanto la atención como los gráficos.

Por su parte los gráficos son ilustrativos, te dan una mejor idea de la comparación entre las estadísticas de lo que lo haría una simple tabla cargada de números.

Los tres tipos de gráficos más usados para presentar datos en investigación y estadística son: los gráficos de líneas o de tendencias, los gráficos de barras o columnas y los gráficos circulares o de tortas. En esta entrega enfocaremos las diferencias entre los dos primeros.

Según el Instituto Nacional de Estadística de España, un gráfico es una herramienta poderosa y eficaz que permite:

• Captar la atención del lector.
• Presentar la información de forma sencilla, clara y precisa.
• Facilitar la comparación de información.
• Enfocar diferencias y resaltar tendencias.
• Ilustrar una situación.
• No dar cabida al sesgo.  

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Los gráficos de líneas y los gráficos de barras son representaciones visuales de una serie de datos estadísticos.

Ambos implican el uso y manejo de dos ejes, conformando un plano en dos dimensiones. El eje “X” horizontal o de las abscisas y el eje “Y” vertical o de las ordenadas.

Algunos gráficos pueden elaborarse en tres ejes, no obstante hasta el presente, suelen ser un tanto más confusos e incluso menos formales o elegantes.

La convención generalmente aceptada, es que el eje X muestra el componente o variables conocidas y el eje Y muestra el componente o variable medida.

Junto a cada eje, los elementos y unidades que se miden son descritos en una escala proporcional representativa.

Tanto el gráfico de líneas como el gráfico de barras, tienen un título, que explica de lo que se trata el gráfico. La sugerencia al respecto, es que el título no sea demasiado grande ni extenso, ya que el mayor espacio debe ser cubierto propiamente por el gráfico en sí.

Los gráficos de líneas, son también llamados gráficos de tendencias. Se utilizan para la visualización de una sola variable que se compara con una serie de cantidades conocidas.

Cuando cada valor de la serie de datos a ubicarse en el eje X, asocia a un momento en el tiempo, el gráfico de líneas será propiamente un gráfico de tendencias.

En un gráfico de tendencias, en el eje horizontal se ha de posicionar la variable que indica las unidades de tiempo y en el vertical se introduce la escala de la variable cuyo cambio en el tiempo queremos valorar o comparar.

Un ejemplo sería trazar los cambios de temperatura con el tiempo. Siempre que se toma una lectura del termómetro, un punto o cruz se representa en el gráfico donde el tiempo conocido (eje X) y la temperatura medida (eje Y) se encuentran.

Así, una lectura de 33 grados Fahrenheit después de 60 segundos, resultará en un punto en ángulo recto a 33 grados sobre el eje Y, que se cruza 60 segundos en el eje X.

Varias de estas medidas conformarán la serie de datos. Cuando todos los puntos se unen, la línea se inclinará hacia arriba o hacia abajo para conectar los puntos, formando una tendencia. En este ejemplo, la línea que une los puntos representará la tendencia del calentamiento o enfriamiento.

Los gráficos de barras, comparan dos o más cosas contadas o medidas. Son también conocidos como diagramas de barras o gráficos de columnas.

Un gráfico de barras compara una variable dependiente a ser medida, ubicada en el eje vertical “Y” con una serie de cualidades o variables conocidas o independientes, a ser desplegadas en el eje horizontal “X”.

El eje Y de un gráfico de barra va a representar entonces la cantidad, sin embargo, a lo largo de la parte inferior bajo el eje de las X, en lugar de figurar una serie de tiempo, van las cualidades, variables o artículos representados por una barra proporcional a la cantidad medida.

Según el INE de España los gráficos de barras, son ideales para representar variables de tipo “cualitativo categórico” que son cualidades que no siguen ningún orden y cuantitativas discretas o continuas agrupadas en intervalos.

Un gráfico de barras se podría hacer para mostrar el número de niñas y niños en un aula, habrían dos barras o columnas, una llamada "niños" y la otra "niñas". En este caso la variable cualitativa categórica es sexo, mostrado en el eje de las X y la cantidad de niños por sexo o frecuencia de la categoría la ubicaremos en el eje vertical.

En el mismo caso un gráfico de barras se puede usar para mostrar la frecuencia de los niños por edades, en esa situación habrán tantas columnas dependiendo del “intervalo de clase” en que se distribuya la edad, que puede ser año a año, cada dos años, cada tres años. Esta será una variable discreta cuantitativa desplegada en el eje X contra la frecuenta de cada grupo etario medida en el eje Y.

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Los gráficos de líneas son en términos matemáticos "infinitesimal precisos", es decir, una vez que los puntos se unen, cualquier valor en el medio se puede determinar. Con un gráfico de barras, una medición es específica para el elemento contado por su barra. No hay lugar a extrapolaciones.

Un gráfico de líneas mide una propiedad y los cambios en su valor sobre una medida de base coherente (por ejemplo, fluctuaciones de temperatura en el tiempo, que sigue más o menos constante). Mientras que los gráficos de barras miden y comparan varias cosas, por ejemplo, el número de naranjas, limones y limas vendidos por una empresa mes a mes en un trimestre.

Muchas variables en un gráfico de líneas, más de tres por ejemplo, puede traer confusión así como dificultar la lectura y la visualización de las tendencias. Un gráfico de barras puede involucrar varias categorías de una, dos o varias variables sin mayor confusión.

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Un sismógrafo es un ejemplo de un gráfico de líneas.

Según el Tecnológico de Michigan, un sismógrafo mide pequeños movimientos de la corteza terrestre y los terremotos más grandes. Una pluma va dibujando constantemente una línea sobre papel pegado a un tambor que gira lentamente.

La mayoría de las veces, el sismógrafo mide los movimientos pequeños en largos intervalos, pero cuando hay un terremoto, la pluma se mueve violentamente y mide una gran magnitud en mínimos instantes de tiempo.

La simple lectura del sismógrafo es un gráfico de líneas.

Utilizando los resultados del sismógrafo, una gráfica de barras podría ser trazada mostrando, por ejemplo, el número de movimientos sísmicos por mes durante un año.