Créditos
Las desventajas de un cajero automático
Los cajeros automáticos son máquinas que funcionan como cajeros de banco, permitiendo a los clientes realizar funciones bancarias básicas, como hacer depósitos, retiros y la transferencia de dinero entre diferentes cuentas. En lugar de la identificación, los clientes del banco utilizan tarjetas de débito personalizadas para acceder a sus cuentas. Hay un número de desventajas al utilizar estas máquinas.
Seguridad
A diferencia de los cajeros del banco, los cajeros automáticos no requieren que la persona que realiza la transacción presente una identificación con fotografía. Más bien, la persona sólo tiene que insertar una tarjeta bancaria e introducir un número de identificación personal. Si la tarjeta de crédito o débito es robada y el número determinado, una persona no autorizada puede acceder fácilmente a la cuenta.
Incapacidad para realizar transacciones completas
Los cajeros automáticos sólo pueden realizar operaciones relativamente básicas. Esto significa que las personas que necesitan completar transacciones complejas se se verán obligadas a utilizar el cajero del banco, lo que restringe el uso de los cajeros automáticos para personas que necesitan completar negocios simples. En este sentido, el cajero automático es algo así como la línea express en un supermercado, más rápido para algunos, pero no disponible para los demás.
Tarifas
Los cajeros automáticos cobran una tarifa por su servicio. No sólo los bancos de los cuales no eres miembro cobran tarifas por el uso de sus cajeros automáticos, sino que también los usuarios a menudo pagan comisiones subrepticias a sus propios bancos por el uso de cajeros automáticos de otros bancos, lo que significa que el cliente está pagando dos veces por la misma transacción.
Privacidad
A diferencia de los bancos, en el que los guardias de seguridad y los cajeros están presentes para asegurar que la persona que realiza una transacción recibe privacidad, no existe tal garantía cuando utilizas un cajero automático. La gente puede tratar de espiar a los usuarios, ya que aparece información delicada en la pantalla, sin que el usuario sea consciente.
Dificultad de uso
Un cajero automático es generalmente más rápido que en un cajero humano. Sin embargo, las máquinas son incapaces de proporcionar instrucciones personalizadas para el usuario de la manera que un cajero humano lo hace. Esto puede dar lugar a tiempos de espera más largos si un usuario en la máquina está luchando para completar una transacción.
Bloqueo de tarjetas
En ocasiones, los cajeros automáticos funcionan mal y tragan las tarjetas de los usuarios. El cliente entonces se dirige a llamar a un número de servicios o a su banco y espera a que un técnico de reparación recupere la tarjeta. Si bien esto sucede de vez en cuando, si se ocurre en un fin de semana o por la noche, el usuario puede tener que esperar varios días antes de que pueda volver a utilizar su tarjeta, algo que no ocurriría con un cajero humano.