Finanzas
Desarrollo histórico de la contabilidad
Una de las funciones de la contabilidad es el reconocimiento y registro de todo tipo de transacción, por lo tanto, desde que el hombre ha hecho negocios la función contable ha estado allí como parte necesaria.
Nuestros ancestros primitivos establecieron el trueque al menos hace unos 150.000 años, de acuerdo con Foundersguide.com y ya desde entonces dejaban registros en pinturas rupestres o petroglifos de los negocios que hacían.
Antiguas civilizaciones como Mesopotamia y Persia, el antiguo Egipto y los imperios griegos y romanos, usaron fichas de arcilla a manera de recibos y registros de sus transacciones, llevaban control de los inventarios e idearon las primeras formas de dinero y los bancos, con asientos en papiros y libros.
La contabilidad empezó como un sistema simple de monedas de barro para estar al corriente de los bienes y animales, pero a lo largo de la historia se ha desarrollado como una manera sofisticada y rigurosa de mantener el registro de complejas y millonarias transacciones y de información financiera.
Mucho ha acontecido a lo largo de los siglos y la contabilidad tanto como la forma de hacer los negocios ha evolucionado y experimentado cambios dramáticos, aunque aún conservan legados como el sistema de partida doble de Fray Luca Bartolomeo de Pacioli del siglo XIII.
Adentrémonos en este interesante capítulo del desarrollo histórico de la contabilidad.
No dejes de leer: Historia de la contabilidad de costos
La contabilidad en la antigüedad
La contabilidad tiene sus raíces en la historia temprana de la civilización. Con el desarrollo de la agricultura y el comercio, la gente necesitaba un modo de llevar el control de las mercancías y animales que intercambiaban.
Persia y Mesopotamia
Alrededor del año 7500 antes de Cristo, los Mesopotámicos o residentes de la antigua Mesopotamia y Persia (hoy Irán e Irak) empezaron a usar monedas y fichas de barro (tokens) para representar bienes como animales, herramientas, artículos de comida o unidades de grano.
Tal representación ayudó a los propietarios y comerciantes a llevar un registro más preciso de sus propiedades.
Así en lugar de contar cabezas de ganado o “celemines” de granos cada vez que consumían o comerciaban, la gente solo podía añadir o sustraer “tokens”.
Para diferentes bienes se usaban representaciones de formas distintas.
Por el año 4000 a.C., los sumerios comenzaron a colocar estas monedas o tokens en sobres sellados de arcilla o “bullas”.
Cada moneda representaba un artículo, una canasta o un granel; los comerciantes podían tener cientos de tokens que colocaban dentro de una bulla y lo sellaban. La contraparte o comprador solo tenía que recibir la bulla, romperla y hacer coincidir las fichas o monedas con la mercancía.
Esta práctica de sellar con monedas fue el génesis más temprano de la escritura. Hoy se siguen empleando tokens y bullae solo que en forma de órdenes de compra y facturas de cobro.
Egipto y el primer sistema de inventarios
Foundersguide.com nos reseña que hacia el año 3300 a.C. los egipcios utilizaron un sistema de manejo de contabilidad temprano fundamentado en el registro y control de los inventarios.
Fue creado especialmente para proteger los tributos pagados en inventarios de especies para el faraón; entre ellos: el betún, los dátiles, los granos, los frijoles.
Los “contadores” de estos artículos hacían notas de sus registros en papiros, incluyendo un escrito dentro del saco que contenía la mercancía y otro ejemplar para su resguardo, como detalle de los artículos enviados y notas de quienes los consignaban, sería lo que hoy conocemos como las notas de entrega.
Existe evidencia que apunta a que los egipcios fueron los primeros en hacer registros de los tributos pagados al faraón y los salarios para sus plebeyos.
El cómputo en Asia menor
Hacia el año 3000 a.C., los chinos desarrollaron el ábaco, herramienta para contar y calcular que fue adaptado y apreciado por diversas culturas.
En principio se utilizó como mecanismo para el conteo, pero su uso se extendió para las operaciones aritméticas básicas, es el antecesor directo de las sumadoras y calculadoras modernas.
Grecia, Roma y los primeros bancos
Hacia el año 600 a.C. aparece en el imperio romano las primeras monedas y con ello los primeros banqueros que recibían y prestaban dinero.
Bienes y servicios dejaron de intercambiarse y se comercializaron con monedas, al igual que se hacían los pagos de impuestos.
Los banqueros también practicaban los préstamos y la lista de cuentas de los deudores fue mantenida por estos banqueros mostrando el movimiento de sus préstamos y los pagos realizados, se crean así las nociones de crédito y los primeros libros de cuentas por cobrar.
No dejes de leer: ¿Qué es un historiador?
Fray Luca de Pacioli y los asientos contables de doble entrada
A través de la historia antigua y la edad media, la contabilidad permaneció como una labor simple.
La adopción del sistema monetario representó que ahora la contabilidad trataba con dinero en lugar de mercancía, pero los registros de entradas eran simples, se usaron para llevar el control del intercambio de dinero, a dónde iba y quién lo tenía.
El origen de la partida doble
Durante y después de las Cruzadas, los mercados de comercio europeos abrieron el comercio del Medio Oriente y los comerciantes en especial de Génova y Venecia se volvieron muy ricos.
Los comerciantes y prestatarios dependían de la contabilidad para controlar sus múltiples transacciones que en su mayoría y de manera simultánea eran financiadas por préstamos bancarios.
Este hecho permitió un importante avance alrededor del siglo XIII después de Cristo: la introducción de la contabilidad de doble entrada, esto es, un sistema de contabilidad en el que se registra una entrada de débito y un crédito para cada transacción.
Gracias a ello, fue posible llevar un mejor registro de grandes cantidades de dinero y complejas transacciones, para el momento “debito” significó en latín “lo que se debe” y crédito “lo confiado”.
Así cada operación se registraría cuando menos dos veces, se crearía un asiento en una cuenta como débito que para otra se traduciría en un crédito.
Te puede interesar: Seis pasos del proceso de contabilidad
La obra de Fray Luca de Pacioli
En 1494 un monje franciscano matemático, economista, profesor y colaborador de Leonardo Da Vinci llamado Fray Luca Bartolomeo de Pacioli publicó en Venecia un libro de matemáticas llamado “Summa de arithmetica, geometria, proportione et proportionalita”, que quiere decir suma de aritmética, geometría, proporciones y proporcionalidad.
La obra contenía un tratado de 27 páginas titulado “Particularis de Computis et Scripturis” que en latín significa “Detalles de cálculo y registro”.
En dicho tratado Pacioli analizó metódicamente el sistema contable de la partida doble usado por los comerciantes venecianos.
Al crecer la popularidad del libro, la contabilidad se extendió por toda Europa y los comerciantes tomaron conciencia sobre la excelente herramienta que tenían en sus manos para registrar información financiera detallada.
Por este logro Luca Pacioli frecuentemente es conocido como “el padre de la contabilidad”. Pero aún en esta parte de la historia, la contabilidad no era reconocida como una profesión independiente, sino como una extensión de los deberes clericales de los escribas, oficiales, banqueros y comerciantes.
Te puede interesar: Usos principales de la información contable
La revolución industrial y el desarrollo de la contabilidad profesional
Con la llegada de la revolución industrial a finales del siglo XVIII y principios del XIX, se desarrolló la contabilidad haciéndose una profesión independiente.
La práctica de la contabilidad de costos se convirtió en prevalente cuando los dueños de negocios y gerentes lograban entender mejor sus negocios, así como hacer más eficiente el manejo de sus gastos.
Josiah Wedgwood, el dueño de la famosa fábrica de cerámica inglesa, fue de los primeros en usar la contabilidad de costos para develar en qué se gastaba el dinero de su compañía y en cómo eliminar gastos superfluos.
Con la nueva complejidad de la contabilidad y el incremento de la demanda para llevar un seguimiento de los registros contables exactos, los profesionales empezaron a especializarse en el tema, convirtiéndose en los primeros contadores públicos profesionales.
Este hecho en particular se registra en Escocia donde en junio de 1854 un grupo de 49 contables de Glasgow presentó una solicitud a la Reina Victoria donde buscaban un reconocimiento de la profesión contable por los años de gran respetabilidad en que habían ejercido.
Para entonces los pocos contadores practicaban en los mismos despachos y gremios de los abogados, donde estos últimos en ocasiones ejercían funciones contables.
El número de contadores iba en aumento y el grupo demandó un importante manejo del cálculo y de los procesos legales, ya que frecuentemente eran llamados por los tribunales mercantiles para presentar evidencias de hechos financieros.
De allí nace el primer colegio de contadores públicos bajo el nombre de Sociedad de Contadores de Edimburgo que se mantuvo hasta 1914.
Algunas de las firmas de contabilidad que aún siguen en operación fueron fundadas a mitad del siglo XIX. William Deloitte abrió su firma en 1845 y Samuel Price y Edwin Waterhouse formaron su sociedad en 1849.
Contabilidad profesional moderna
Hoy en día, la contabilidad es toda una profesión, con miles de practicantes en cada país alrededor del mundo, un gran número de organizaciones profesionales y reglamentos oficiales para codificar prácticas y requerimientos.
Particularmente en los Estados Unidos durante la gran depresión, se hicieron demandas para estandarizar mejor las prácticas contables y establecer un código de normas profesionales.
Hoy, los Principios Contables Generalmente Aceptados (PCGA o US GAAP por sus siglas en inglés), han establecido los estándares con los cuáles los contadores públicos deben regir su actuación. Cada país tiene un grupo de normas de contabilidad similares.
Los US GAAP han permanecido prácticamente inalterados desde su declaración en 1929, siendo que los ligeros cambios y actualizaciones han sido introducidos comparativamente en términos recientes, buscando ciertas analogías con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS)
No dejes de leer: ¿Por qué la contabilidad es importante para las empresas?
Contabilidad especializada
Debido a la naturaleza compleja del sistema económico y financiero actual, se han desarrollado campos especializados de la contabilidad.
Además de la contabilidad de costos tradicional ahora tenemos especializaciones como:
- Contabilidad financiera
- Administración contable o contabilidad de apoyo
- Contabilidad de instituciones financieras
- Contabilidad gubernamental
- Auditoría contable
- Contabilidad de impuestos o tributaria
- Contabilidad forense
Se requieren profesionales especializados para cada uno de estos campos, ya que demandan competencias específicas para entender las necesidades de cada entidad y sus respectivas prácticas y políticas contables.
Te puede interesar: ¿Qué es la transparencia en la contabilidad?
La automatización y los procesos contables
Solo a mediados de los 50 surgen los primeros sistemas de procesamiento de transacciones y en los 70 el software contable. Representaron toda una innovación en materia de eficiencia y control de procesos.
Sin embargo, fue solo hasta los 80 que estas herramientas fueron asequibles para las empresas de forma masiva, principalmente por razones de costo.
CRBH Limited nos reseña que solo hasta 1990 se introduce el software de contabilidad profesional integrado como el SAGE-ERP que permite a las empresas acelerar los procesos de preparación de sus cuentas.
El siglo XXI trajo consigo a la contabilidad en la nube, considerada junto a la inteligencia artificial como el camino de la futura evolución en materia de herramientas y sistemas contables.