¿Qué debo hacer si mi tarjeta de crédito está dañada?

No importa lo bien protegidas que mantienes tus tarjetas de crédito, se pueden producir daños. Arañazos, manchas y cortes pesados ​​pueden hacer que tu tarjeta de crédito sea inutilizable en máquinas de tarjetas de crédito. Los daños que hacen que tu nombre, número de cuenta u otro signo distintivo quede ilegible pueden ocurrir en la parte delantera de la tarjeta. La banda magnética en la parte posterior de la tarjeta también es susceptible a daños por uso y desgaste normal. Si el daño a tu tarjeta es lo suficientemente grave, es posible que no puedas usar la tarjeta para hacer compras en persona o en línea.

La limpieza de tu tarjeta de crédito puede ayudar a reducir el impacto de los daños menores en tu tarjeta. En casa, usa un paño suave, agua y una pequeña cantidad de jabón líquido para eliminar suavemente las manchas y la suciedad acumulada en tu tarjeta. Deja que se seque al aire o utiliza otro paño suave para secar suavemente la tarjeta. Lejos de casa, puedes utilizar tu ropa, una toallita húmeda o un paño de gafas para limpiar las imperfecciones, especialmente en la banda magnética.

Pregunta al cajero para introducir manualmente la información de tu tarjeta para su tratamiento cuando no puedes hacer que una tarjeta dañada funcione a través del terminal deslizante. El empleado puede intentar usar otro terminal en su caja registradora, o puede introducir tu número de tarjeta y fecha de caducidad dígito a dígito. A menos que estén oscurecidos los datos sobre la parte delantera de la tarjeta, este método manual debe permitir que tu transacción sea procesada.

Llama a tu compañía de tarjeta de crédito y solicita una nueva tarjeta para reemplazar tu tarjeta dañada. Asegúrate de mencionar que todavía tienes la tarjeta original en tu posesión, ya que esta información determina el proceso de reemplazo. Tu nueva tarjeta no va a cambiar los términos o afectar a tu cuenta, pero va a invalidar la vieja tarjeta dañada. Pide un marco de tiempo para la llegada de tu nueva tarjeta para que puedas supervisar la entrega de correo en consecuencia.

Utiliza una trituradora con una ranura de tarjeta de crédito, o usa las tijeras para cortar la tarjeta dañada en trozos pequeños. Asegúrate de que no queden trozos que identifiquen información después de que tu tarjeta ha sido destruida, incluidos la línea de firma, banda magnética y las fichas. Considera la posibilidad de dividir las piezas de la tarjeta en diferentes bolsas de basura para reducir al mínimo la posibilidad de que alguien sea capaz de reconstruir la tarjeta. La destrucción cuidadosa de tu antigua tarjeta puede reducir al mínimo las posibilidades de robo de identidad.