¿Cuánto vale la plata por onzas?

Después del oro y del platino, la plata es considerada un metal precioso; es muy blando por lo que generalmente se combina con cobre u otros metales en proporción de 925 milésimas de plata y 75 milésimas de otro metal, para producir la plata de ley o plata esterlina, tan usada en la joyería y la bella cubertería fina.

Lamentablemente, se deslustra incluso con el aire o al contacto con nuestra piel, producto de los compuestos de azufre que reaccionan con la plata formando el sulfuro de plata de color oscuro en su superficie.

La aleación brillante de plata de ley tiene propiedades mejoradas y ha logrado un importante uso en la joyería; por años se ha acuñado en forma de monedas en casi todas las naciones donde se atesora. Se utiliza para hacer todo, desde piezas de vajilla y juegos de ajedrez, hasta relojes y cepillos para el cabello.

De acuerdo con la Royal Society of Chemistry, es el mejor refractor de la luz por lo que se usa en la fabricación de espejos, en amalgamas dentales, contactos eléctricos y hasta baterías. Y las sales de plata se usan tradicionalmente en la fotografía, aún ante el advenimiento de la era digital.

La plata es famosa por sus propiedades antibacterianas, por tanto se usa en medicina para el tratamiento de las escaras y otras afecciones cutáneas; y en la actualidad, micro-partículas de plata se adhieren a las fibras de las telas para evitar olores desagradables.

Con tantos y tan variados usos, es lógico que sea muy apreciada en el mercado. Su valor, como muchos metales y materias primas, cambia de momento a momento en los mercados mundiales.

Explicamos cómo se determina el precio de la plata y cuánto vale en onzas.

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Es todo un axioma económico que el precio de un bien, especialmente de una materia prima o “commodity”, esté regido por las fuerzas de la oferta y la demanda. La plata no es la excepción.

Según explica el sitio Cotizaciondemetales.com, el primer valor de la plata de referencia a nivel mundial es determinado desde 1897 en el mercado londinense de lingotes y metales preciosos (en el London Bullion Market Association) y en las oficinas de la legendaria Sharp & Wilkins (Sharps Pixley) desde 1954, en un consorcio entre compañías del sector y otras corporaciones financieras llamado “Silver Fixing”. Todos los días se publica un precio para el metal el cual alcanza el equilibrio cuando se transan 300,000 onzas.

Además del Silver Fixing de Londres, otras siete corporaciones a nivel mundial se encargan de fijar precio a la plata; entre ellos, el reconocido banco de inversiones Morgan Stanley y el China Construcción Bank.

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La plata se transa en los mercados internacionales en onza troy (Ozt); ésta es un antiguo sistema de pesos y medidas que se desarrolló en la Edad Media, en Troyes, Francia. Una libra troy consta de 12 onzas troy.

Una onza troy se divide en 20 “pennyweights”; de hecho, la vieja moneda predecimal de gran parte de Europa se basaba en algo más o menos como el sistema de peso troy; y son un poco más pesadas que las onzas normales o “avoirdupois”. Hoy, una onza troy de plata se considera que es igual a 31.103 gramos, mientras que una onza común equivale a 28.35 gramos.

Los operadores ofertan en el precio de la plata por Onzas Troy (Ozt); los inversionistas pueden comprar plata en los mercados de lingotes en barras de 5,000; 1,000; 500 ó 100 Ozt.

Mientras que la plata se puede mantener en el hogar o en una caja de seguridad bancaria, muchos optan por almacenarla en depósitos especiales.

Cerca de 2009, las condiciones económicas hicieron que los precios de plata saltaran de 4 dólares por Ozt a más de 17 dólares por Ozt. En abril de 2011, el valor de la onza de plata alcanzó un pico histórico de 47 dólares; 10 años después de la crisis, el precio de la plata en onzas promedió 14.5 dólares.

Los inversionistas juegan en el mercado conservando la plata hasta que los precios se hayan elevado lo suficiente como para obtener un beneficio considerable.

El precio de la plata se ve altamente incidido por los operadores en los mercados mundiales de materias primas, como el MONEX y los “Commodities Exchange” en donde los operadores pujan por los contratos y futuros para el metal precioso; las ofertas varían en función de los suministros actuales frente a la demanda esperada.

La oferta de la plata puede verse afectada no sólo por el uso real, sino también por las fluctuaciones en el valor de otras materias primas, como el oro y la cotización del dólar.

El precio de las canastas de monedas en el mundo influye también en el valor de la plata. El dólar es la moneda de reserva del mundo, lo que significa que se utiliza como un estándar por la mayoría de las naciones; las deudas entre países se pagan mediante el intercambio de dólares físicos o electrónicos, otras monedas son evaluadas en términos de la cantidad de dólares que van a comprar.

Los metales preciosos suben de precio cuando los operadores y empresarios pierden confianza en el dólar: muchos invierten en la plata como una cobertura contra la inflación y resguardo de valor.

La gente común compra monedas de plata y lingotes o barras para disponer de ellos en tiempos de escasez; los coleccionistas también intercambian valiosas monedas antiguas de plata, muchas piezas de las cuales poseen gran interés histórico y cultural y valen mucho más que su valor real en plata.

Así por ejemplo, un Didracma del Siglo III antes de Cristo, con apenas 7 gramos de plata y en regulares condiciones, lo puedes encontrar en eBay por 265 dólares, aunque su valor también fluctúa de acuerdo a los constantes cambios en el valor del metal.