¿Cuáles son las políticas explícitas e implícitas?

Cada vez que entras en una tienda, un ambiente de trabajo, o simplemente sales a la calle, habrá una serie de políticas a seguir. Estos pueden ser procedimientos informales de operación de la empresa, o la propia ley. Mientras que puede ser fácil encontrar las políticas explícitas que rigen una institución de consultoría con registros escritos, discernir sus políticas implícitas puede ser un poco más difícil.

Las políticas explícitas son aquellas que se registran formalmente. Ejemplos de políticas explícitas son las que se registran en el manual de funcionamiento de una empresa, o la legislación que se registra en los libros de derecho. Estas políticas tienen el poder, precisamente porque están escritas. Un ejemplo son las políticas escritas de un empleador que rigen las ausencias del trabajo.

Las políticas implícitas son similares a las normas que rigen los individuos dentro de una institución, pero no se registran oficialmente. A pesar de que las políticas implícitas no se registran, todavía tienen autoridad dentro de la institución que se deriva del hecho de que los individuos dentro de la institución deben seguirlos. Las políticas implícitas son perpetuadas por las personas que las siguen ejerciendo presión social sobre los demás para seguir así.

La políticas implícitas pueden ser prácticas comunes, tales como agrupar a los alumnos por edades. Otras pueden tomar un giro más anti-social, como el racismo o el sexismo institucionalizado, las novatadas de los nuevos empleados, dar penas judiciales más severas para ciertos grupos étnicos, o la promoción de los hombres más rápido que las mujeres. Un ejemplo menos anti-social no usar perfumes fuertes o colonias si esos olores irritan a otros miembros del personal.

La políticas implícitas que son racistas o sexistas en su naturaleza pueden ser particularmente difíciles de cuestionar. Si una política de discriminación está claramente escrita, es una prueba y por lo tanto más fácil de cuestionar. Las políticas implícitas, sin embargo, son más difíciles de desafiar y necesitan ser probadas con un registro de conducta inaceptable.