Cómo construir un carro para vender

La venta de comida es una de las actividades más lucrativas que existen, sin importar el país e independientemente del menú. Y es que un carrito de comida rápida es perfecto para hamburguesas, hot dogs, dulces, palomitas de maíz, pasteles y un sinfín de productos más. Incluso los hay de galletas, helados y postres de fruta.

Pero ¿qué necesitas para comenzar con tu negocio de comida ambulante? Antes que nada, pensar en el menú y después aprender sobre los permisos y licencias. Recuerda que, dependiendo del tipo de platillos que quieras servirle a tu clientela, necesitarás incorporar mejoras, equipos o elementos de seguridad a tu carrito de comida rápida.

Una vez que tengas a la mano la información, ¡es hora de comenzar con la elaboración! No te preocupes porque hemos preparado una guía paso a paso sobre cómo fabricar un carro de comida rápida.

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Sí. Querías vender hamburguesas. Pero si las autoridades locales piden muchos permisos y mejoras, quizás consideres dedicarte a otra cosa. Así que el primer paso para hacer tu carrito de comida ambulante es pensar de nuevo en el menú. Visualiza los materiales, equipos e ingredientes que necesitarás y en el dinero que tienes para invertir.

Ahora que ya sabes todo lo que necesitas para preparar la comida, elabora un primer plano del carro para vender comida. No te olvides de incluir elementos importantes, como la entrada, la ventana de atención al público, un espacio para la cocina, etc. Este no será el diseño final, pero te ayudará a solicitar la revisión ante las autoridades locales.

Si en la revisión no solicitan nada más, ¡pídele ayuda a un profesional de la construcción para elaborar un plano más exacto! Esto te servirá muchísimo a la hora de comprar el vehículo, así que demórate todo lo que necesites.

Con el plano en mano, ya sabes cuánto espacio necesitas. Así que el siguiente paso es ir de compras. Recuerda que los camiones más grandes te ofrecerán más espacio, pero podrían requerir licencias especiales. Los más pequeños no son tan cómodos. No obstante, son fáciles de maniobrar y se pueden poner en cualquier rincón.

Si cuentas con suficiente presupuesto, escoge un camión reacondicionado. Si vas a una venta de carritos de comida usados conseguirás muchos modelos a buen precio. Así, solo tendrás que adaptarlo a tus necesidades.

Antes de invertir, analiza lo que conlleva la inversión. Por ejemplo, ¿cuál es el tamaño del tanque de combustible? ¿Qué tan viejo es el motor? ¿Cómo están los ejes y las ruedas? ¿Ya cuenta con ventilación? ¿Incluye o no un generador? ¿Tiene espacio para un panel solar?

Responder estas preguntas te ayudará a determinar si ese modelo es el ideal para ti. Recuerda que el carrito de comida rápida necesitará mantenimiento. Mientras más reacondicionado esté, ¡mejor!

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Ahora que ya tienes el carrito de comida usado, es hora de convertirlo en algo diferente. Usa los planos para fabricar carro de comida que habías hecho y habla con un contratista que pueda ayudarte con la ventilación y las conexiones eléctricas. Si bien quieres construir el carro con tus propias manos, es mejor que le dejes las tareas más difíciles -como esta- a los expertos.

Muéstrale tus planos y solicita que corrijan lo que sea necesario. Pídele asesoría en cuanto al tamaño de los equipos. Así, no comprarás nada excesivamente grande. Cuando ya tengas la maquinaria, muéstrasela a los especialistas para que sepan con qué vas a trabajar. De esto dependerá la ventilación y el tipo de conexiones eléctricas.

Esto es algo que puedes hacer tú mismo. Mide la superficie del mostrador y busca listones de madera reciclada. Límpialos con una lija gruesa y después con una delgada. Ahora, corta los listones del mismo tamaño, justo para que cubran la superficie del mostrador. Lija los extremos y pincélalos con un tratamiento de madera.

Acá puedes decidir dos cosas: conservar las vetas naturales o pintarlos de un color. Sin importar lo que decidas, primero fija los tablones con ayuda de un taladro, tornillos y arandelas. Si prefieres la madera natural, escoge un barniz que resalte su color. Si te decantas por una tonalidad, pinta la madera en blanco y déjala secar. Después emplea dos capas de pintura de color y finaliza con un barniz mate o con brillo.

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Aquí también puedes hacer muchas cosas tú mismo. Usa Canva para crear el logo y el nombre que deseas ponerle al carrito de comida rápida y manda a pintar el camión con el color que prefieras. Así se verá brillante y como nuevo. Para las decoraciones, contrata a un profesional.

Otra opción -que es más económica- es mandar a pedir un rotulado personalizado de vinilo. Envíales tus diseños a la empresa y pídelos en el tamaño que quieras. Cuando los tengas, solo tendrás que pegarlos al carrito de comida usado como si fuera una pegatina.

Puedes hacerlas con pallets o madera reciclada. Pinta el anverso con pintura de pizarra y usa rotuladores de color blanco para hacer los marcos y el diseño. Podrás escribir el menú diario con tiza de colores, así que esta opción será perfecta ¡y económica!

Una vez que termines de instalar los equipos y el generador de energía, ¡estarás listo para comenzar a tramitar los permisos! Cuando pases las inspecciones y obtengas la licencia, podrás salir a la calle y conquistar al mundo con tus deliciosas recetas. ¡Éxito!