¿Qué constituye a las ganancias acumuladas en un estado financiero?

Las ganancias acumuladas se refieren al dinero guardado por una empresa y que no se paga como dividendos entre los accionistas. Estas ganancias aparecen en el reporte financiero de la empresa en la sección de patrimonio del accionista. Las empresas utilizan sus ganancias acumuladas para expandir sus operaciones, comprar equipo nuevo, financiar la investigación, así como desarrollar y adquirir otras empresas.

La fórmula para el cálculo de las ganancias acumuladas (RE, por sus siglas en inglés) es (RE) = RE iniciales + ingresos netos - dividendos. Por ejemplo, si US$100.000 representa las ganancias acumuladas de la compañía a principios de año, US$700.000 son las utilidades netas y US$300.000 representa a los dividendos pagados a los accionistas por el año, entonces US$500.000 (US$100.000 + US$700.000 - US$300.000) representa a las ganancias acumuladas al final del año. Esto se registra en el rubro de ganancias acumuladas en el reporte financiero al final del año.

Un aumento en los ingresos netos resulta en un aumento en las ganancias acumuladas de la empresa. Una pérdida en los ingresos netos se traduce en una disminución de las ganancias acumuladas. La cuenta de las ganancias acumuladas tiene un saldo a favor, por lo que la empresa abona a la cuenta para aumentarla y le carga a la cuenta en caso de una disminución de las ganancias acumuladas. Las empresas preparan el reporte de ingresos antes que el financiero porque el ingreso neto (pérdida) del primero se transfiere a este último para calcular las utilidades retenidas. El ingreso neto y la pérdida neta juegan el papel más importante en el cambio de las ganancias acumuladas.

Cuando las empresas pagan dividendos en efectivo a los accionistas como recompensa por las ganancias de la empresa, éstas no entran en la cuenta de ganancias acumuladas. Por lo tanto, una declaración de dividendos en efectivo por la junta directiva de una empresa se ​​traduce en una reducción de las ganancias acumuladas. Las empresas que declaran dividendos en efectivo deben pagar legalmente estos dividendos a los accionistas, creando así un pasivo circulante. Para dar cuenta de la declaración de dividendos en efectivo, una compañía carga a la cuenta de ganancias retenidas y abona a la cuenta de dividendos por pagar. Cuando la compañía paga los dividendos en efectivo a los accionistas, ésta carga a la cuenta de dividendos por pagar y abona a una cuenta de efectivo.

Algunas compañías recompensan a los accionistas con dividendos en acciones, lo que significa que reciben acciones adicionales en lugar de dinero en efectivo. Una declaración de dividendos en acciones reduce las ganancias acumuladas, pero no afecta el capital total de un accionista, los activos o los pasivos totales. Al hacer la declaración de dividendos en acciones, la compañía carga a la cuenta de ganancias acumuladas y abona a la cuenta de dividendos distribuibles y a la de capital pagado de la cuenta nominal. Cuando la compañía distribuye los dividendos en acciones entre los accionistas, hace un cargo a la cuenta de dividendos distribuibles en acciones y abona la cuenta de acciones ordinarias.