Finanzas
Cómo hacer un balance de comprobación
Hacer un balance de comprobación es algo relativamente sencillo si se tienen los conocimientos y herramientas básicas para lo mismo.
Se sobreentiende que esto se hace sobre los registros previos que se realizan en la empresa, por esto la fiabilidad del balance depende directamente del adecuado registro previo.
Este registro debe tener en cuenta la ley de doble partida anotando los ingresos y egresos de manera juiciosa y con sus respectivos soportes.
Es importante que el balance de comprobación se realice juiciosamente al final de un período para tener la menor cantidad posible de registros abiertos sin finalizar.
¿Qué es un balance de comprobación?
Un balance de comprobación es una herramienta contable que permite conciliar los estados de los libros contables o libro mayor con los estados financieros de la empresa.
Dicho balance toma como base los asientos realizados durante el periodo contable a comprobar, y a partir del Deber-haber se asegura de que la tendencia sea igual a cero.
Hay que tener en cuenta los registros abiertos que se hayan registrado en una sola de las dos columnas y estén pendientes de ser cerrados.
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¿Cómo hacer un balance de comprobación?
Realizar un balance de comprobación es una cosa sumamente sencilla si previamente se han hecho los registros contables debidamente.
Para hacer el balance, basta con sumar todos los conceptos incluidos en la columna de “Debe o gastos” Posteriormente, se anota la cifra resultante al final de la columna.
Luego se realiza el mismo proceso con la columna del “Haber o ingresos” y se realiza el correspondiente registro del resultado al final de la columna.
Ahora basta con comprobar que ambos números se correspondan, es decir, que sean exactamente el mismo número. Cómo en todo procesamiento de datos contables.
En caso de que no sean el mismo número será necesario revisar todos los asientos para verificar dónde se encuentra el error y corregirlo.
¿Cada cuánto se debe hacer un balance de comprobación?
El balance de comprobación es una herramienta que puede traer bastante tranquilidad en el área contable.
Se recomienda realizar dicho balance trimestralmente, aunque cada empresa define estos tiempos de acuerdo a sus necesidades particulares.
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Es decir, si la empresa por ejemplo vende artículos de alto valor cuya rotación se baja, dos o tres unidades al mes, es probable que los balances de comprobación se puedan hacer cada semestre.
Pero, si por otro lado, la empresa tiene alta rotación y libros contables muy extensos, quizá sea prudente reducir el tiempo del balance de comprobación a mensual.
Todo depende del criterio del personal encargado en cada empresa. Lo que sí hay que tener en cuenta es que, pueden aparecer posibles errores en el balance.
En este sentido será mejor que el balance no sea muy lejano en el tiempo con respecto al error, pues esto reduce las posibilidades de solucionar ciertos inconvenientes.
En cierto sentido esta es la función principal de un balance de comprobación. Detectar errores a tiempo para procurar su pronta y eficiente resolución.
Teniendo esto en cuenta, debes tomar la decisión de cada cuánto tiempo realizar tu balance y comprobar efectivamente por ti mismo el estado de tus libros.
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Esperamos que esta información te sirva para aclarar las dudas que tenías con respecto a cómo hacer un balance de comprobación.
Recuerda que incluso si no realizas esta función directa en tu empresa, necesitarás contratar a alguien para que lo haga.
Y no hay mejor manera de saber quién es idóneo para un trabajo, que conociendo un poco sobre el trabajo que va a realizar.