¿Cómo afecta el riesgo político a los negocios internacionales?

El concepto de riesgo político en el comercio internacional se basa en la existencia de posibles amenazas a la firma por inestabilidad política y desorden en el área de inversión. Una vez que una empresa deja el mundo estandarizado del derecho empresarial nacional, el entorno mundial es mucho más fluido; muchos estados pueden utilizar palancas de poder para extraer más recursos de la empresa inversora.

Hay dos tipos generales de riesgo político que afectan a los negocios internacionales. Los riesgos específicos de la empresa son las amenazas que se dirigen a una empresa o grupo de empresas específicas. Esto es a menudo un problema para las inversiones estratégicas, como oro, petróleo o gas natural, y estos riesgos a menudo se centran en un trato discriminatorio o expropiación de activos. Los riesgos específicos de cada país son los que no están dirigidos a una empresa específica, sino que afectan a un país o región, e incluyen cosas tales como la devaluación de la moneda, las rebeliones locales o la posibilidad de la nacionalización.

El riesgo político interrumpe el flujo normal de la práctica empresarial. Las amenazas específicas de la empresa pueden ser tratadas a través de fuertes contratos y comercio regular con entidades extranjeras, por lo que las represalias pueden ser eficaces. Por otro lado, el riesgo nacional o regional no puede ser tratados con tanta facilidad, ya que es endémico a un gobierno o lugar específico. Las empresas pueden hacer frente a esto con planes de contingencia detallados escritos por los gestores de riesgo calificados.

El riesgo político es una variable importante en la manera de llevar el negocio. Es claro, por tanto, que las empresas deben trabajar para protegerse de la posibilidad de expropiación, luchas laborales, infraestructura deficiente, terrorismo o cuestiones monetarias. La empresa debe contratar a un gestor de riesgos con conocimiento de la región. Los riesgos deben ser monitoreados constantemente desde la capacidad de gestionar el aumento de riesgo y, sobre todo, mantener la confianza de los accionistas.

La función general del riesgo político y su efecto sobre el negocio es para obligar a la empresa a hacer un fuerte seguimiento de los riesgos. De lo contrario, especialmente en el mundo en desarrollo, donde la inestabilidad es endémica, la empresa estaría apostando a la buena voluntad del Estado o de los grupos de poder que pueden oponerse a ella. En última instancia, la función del riesgo aquí es optimizar la toma de decisiones y proteger las inversiones.

Las empresas invierten en el extranjero para acceder a nuevos mercados o mano de obra barata, o para estar más cerca de las fuentes de materias primas. El riesgo político en el mundo en desarrollo aumenta sustancialmente los costos cuando se hacen negocios. Pero la existencia del riesgo político podría tener el beneficio oculto de obligar a la empresa a seguir las leyes locales escrupulosamente, construir relaciones con la población local, aumentar la participación local en las ganancias y hacer todo lo que esté en poder de la empresa para tener una sólida relación de trabajo con el partido gobernante y la población local.