¿Qué es el poder adquisitivo del consumidor?

En 1987 según investinganswers.com en los Estados Unidos era posible comprar 1.5 galones de gasolina con un dólar, 30 años después ese mismo dólar compraba solo medio galón. Eso es una ejemplificación del poder adquisitivo de un dólar.

Las variaciones de precios de miles de artículos, desde el galón de leche hasta los autos nuevos, son registradas mes a mes por los institutos de estadística o autoridad económica de cada país, bajo el índice de precios al consumidor o IPC. En el caso de los Estados Unidos la construcción y seguimiento del IPC es competencia de la Oficina de Estadísticas Laborales.

El IPC mide la inflación que es el aumento generalizado del precio de los bienes y servicios. La inflación reduce o limita el poder adquisitivo del consumidor.

En un ambiente inflacionario paulatinamente los consumidores tendrán que gastar más para comprar la misma cantidad de productos y si lamentablemente los ingresos en términos monetarios son los mismos (por ejemplo un salario fijo de USD 1000 mensuales) tendrán que limitar las cantidades compradas. Esto será una situación de pérdida del poder adquisitivo.

En síntesis podemos ver a la inflación como un estimador de la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores. Veamos seguidamente su definición e implicaciones.

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¿Qué es el poder adquisitivo del consumidor?

El poder adquisitivo del consumidor se vincula con el término “poder de compra” a fin de referirse a la cantidad de dinero que los individuos de una sociedad disponen para su propensión al consumo, gasto e inversión.

En otras palabras el poder de compra es la capacidad de los individuos de una sociedad en particular para acceder a cierta cantidad de productos y servicios, es un reflejo del salario en términos reales.

En algunos contextos poder adquisitivo y poder de compra pueden verse bajo enfoques distintos, el segundo refiere al comportamiento económico del consumidor respecto a cómo decide gastar el dinero disponible, mientras el poder adquisitivo por si solo se asocia a la cantidad de un bien que podrá adquirir con una unidad monetaria medido en distintos momentos temporales.

Cuando el poder adquisitivo del consumidor es alto, los individuos tienden a gastar e invertir mucho más contribuyendo al desarrollo de una economía pujante, mientras que si el poder adquisitivo es bajo la sociedad se limitará al consumo de bienes indispensables limitando la inversión y el gasto.

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Aumento o disminución del poder adquisitivo

Podemos ver al poder adquisitivo del consumidor como el comportamiento del consumidor en relación a cómo distribuye su dinero en bienes o servicios. Toma base en el concepto de poder adquisitivo de la moneda y salario real siendo acepciones afines.

Un individuo puede disponer de USD 1.000 para gastar en bienes después de impuestos. La suma de este dinero puede ser vista como poder adquisitivo del consumidor porque es la cantidad que puede contribuir a la economía mediante las compras o inversiones.

La persona podrá distribuir esa cantidad de dinero entre las diversas industrias tales como entretenimiento, alimentos, vivienda, ropa, servicios financieros. En un ambiente libre de inflación, donde más bien ocurra una deflación, si hace un año gastabas 600 dólares en alimentos y hoy usas solo 500, generas un remanente de USD 100 que puedes disponer para inversión o consumo de otros bienes y servicios. Ese es el fenómeno de aumento del poder adquisitivo.

El poder adquisitivo del consumidor no permanecerá estático año tras año. Los cambios en el valor monetario, inflación de precios de productos y los salarios promedio influyen todos en las cifras de poder de compra del consumidor.

En síntesis los aumentos en los precios o aumento del IPC causa pérdida del poder adquisitivo de los consumidores y de la moneda y las disminuciones generan mejora del poder adquisitivo.

Un alza en precios puede significar que el poder adquisitivo se traslade hacia necesidades básicas como alimentación y salud alejándose del entretenimiento o los viajes. Por el contrario, se ha encontrado que si los salarios reales promedio están en aumento a causa de unos precios que se mantienen bajos, el poder adquisitivo puede moverse hacia industrias que cumplen los deseos de los consumidores además de sus necesidades básicas.

Los asalariados y más aún los jubilados son muy susceptibles a la pérdida del poder adquisitivo pues dependen de una renta fija de dinero. Una salida inteligente es que destinen fondos para inversiones que generen rendimientos por arriba de la inflación, lograrlo proteger los ahorros e inversiones contra la inflación o pérdida de valor.

Los datos disponibles respecto al poder adquisitivo del consumidor son recopilados tanto por agencias gubernamentales como por empresas de inteligencia de datos. Una de ellas The Nielsen Company quienes explotan la data y la presentan en reportes anuales.

Estos informes son usados por las empresas para seguir el comportamiento del consumidor en sus respectivos sectores. Representan patrones que pueden determinar cómo una empresa procederá en el futuro inmediato. Por ejemplo, una empresa joyera que sabe que los consumidores se están alejando de los diamantes y piedras preciosas costosas podría optar por alternativas más económicas que ofrecer a los consumidores.

Los fabricantes de ropa pueden encontrar que un mayor poder adquisitivo puede significar que la ropa se elabore con un mayor costo, elevando la calidad del diseño y mejorando el textil, vendiendo a un mayor precio o en caso contrario simplificando modelos y acabados para permitir precios más accesibles.

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