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¿Los activos fijos afectan el efectivo de operaciones?
En el terreno de la contabilidad y administración, el término activo fijo define un bien de una empresa que no puede convertirse en liquidez a corto plazo.
Este bien es necesario para el funcionamiento de la empresa y por lo tanto no puede ser destinado a la venta o cambiado por dinero sin una razón superior que lo justifique.
Sin embargo, muchas personas tienen la duda de si la compra, venta o depreciación de los activos fijos pueden influir en el efectivo de operaciones de una empresa.
Para explicar esto, debemos comenzar por analizar qué es activo fijo y cuál es su función.
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¿Qué es un activo fijo?
Como mencionamos antes, un activo fijo es todo bien, propiedad de una empresa que no puede convertirse en liquidez a corto plazo ya que es indispensable para el funcionamiento de la misma.
Estos activos fijos pueden catalogarse como bienes tangibles o intangibles.
Entre los activos fijos tangibles podemos mencionar los equipos y material de oficina, computadoras, vehículos, maquinarias de producción, bienes inmuebles, etc.
Ejemplos de activos fijos intangibles son las inversiones en acciones, bonos y valores emitidos por empresas afiliadas, así como derechos de patentes tecnológicas o marcas comerciales.
Debemos resaltar que las empresas no están obligadas a conservar sus activos fijos para siempre, pues hay situaciones que obligan a desprenderse de ellos. Eventualmente estos pueden ser desincorporados por obsolescencia tecnológica o desechados por daño irreparable.
También pueden ser sustituidos por otros bienes más modernos o más adecuados a las necesidades de la empresa. En algunos casos los bienes antiguos pueden ser vendidos a otras empresas interesados en ellos, obteniendo ganancias adicionales o al menos reduciendo posibles pérdidas.
También es posible que simplemente se desechen porque llegaron a un punto de inutilidad total debido al desgaste por uso o imposibilidad de conseguir repuestos o piezas.
Otro concepto muy importante para entender el tema de los activos fijos es el de vida útil.
Como vida útil se define el tiempo durante el cual la empresa hace uso eficiente y productivo de un activo.
En todo caso, para efectos de este artículo debemos recalcar que las compañías adquieren activos fijos para su uso en las operaciones diarias, no para la reventa.
¿Qué es el flujo de efectivo de operaciones?
Otro concepto necesario para entender la razón de este artículo, es el relacionado con el flujo de efectivo de operaciones.
Como flujo de efectivo de operaciones de una empresa se denomina el ingreso neto que tiene la misma, más los ajustes para instrumentos no monetarios y para cambios en activos y pasivos corrientes.
El flujo de efectivo de operaciones puede verse afectado por los gastos que genera en una empresa el mantenimiento u operación de equipos en proceso de obsolescencia.
También afectan el flujo de efectivo de operaciones las ganancias o pérdidas que la empresa obtenga por la venta de dichos activos, sobre todo cuando los mismos han sufrido un proceso de depreciación que afecta el precio final de reventa.
¿Influye la compra de activos fijos en el efectivo de operaciones?
Aunque la venta de activos fijos si afecta el efectivo de operaciones, no ocurre lo mismo cuando se efectúa la compra de equipos, bienes o activos intangibles.
La explicación de esto entra en el terreno de cómo la contabilidad describe lo que ingresa y lo que egresa en una empresa. Cuando se realiza una compra a contado, las entradas de contabilidad son a débito de activos fijos (ingresos) y a crédito de efectivo (egresos).
Además, en la sección de actividades de inversiones del Estado de Flujo de Efectivo se refleja esta salida de efectivo, pero no en la sección de actividades de operación.
En otras palabras, hay un cambio en el flujo neto de efectivo, pero no en el flujo de operación de efectivo.
En todo caso, como dijimos en la entrada anterior, los gastos de mantenimiento de los activos fijos por uso u obsolescencia sí influyen en la disminución del ingreso neto de la empresa y por lo tanto, en el flujo de operaciones de efectivo.
¿Qué es la depreciación de los activos fijos?
Como depreciación de un activo fijo definimos una estimación o “asignación” de costos que se le da a un activo fijo recién adquirido, durante la vida útil que esperamos que tendrá esto.
Un método común de definir la depreciación de un activo fijo es la denominada “depreciación lineal”, donde asignamos una cantidad fija de pérdida de valor por cada año que transcurra.
En contabilidad, se utilizan los conceptos “egreso de depreciación” y “valor residual” para manejar las variaciones que tiene la pérdida de valor o depreciación de un activo fijo en una empresa durante determinado tiempo.
El egreso de depreciación es la diferencia entre el costo de adquisición que tuvo el activo fijo y el valor residual de este dividido entre la vida útil del bien en cuestión.
Por su parte, el valor residual de un activo es el valor estimado de reventa que tiene este bien de la empresa al final de su vida útil.
Debemos tomar en cuenta que las entradas de contabilidad son a débito, gasto de depreciación y crédito y depreciación acumulada.
Esta última es una cuenta contraria que reduce el valor en libros del activo fijo.
En este sentido, aunque el gasto de depreciación reduce el ingreso neto de la empresa, no tiene impacto en el flujo de efectivo porque es un cargo no monetario.
Entonces, las compañías deben regresar este gasto al ingreso neto para el cálculo del flujo de efectivo para operación.
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Otras consideraciones sobre los activos fijos
Como mencionamos antes, las ganancias y pérdidas en ventas de activos fijos incrementan o disminuyen el ingreso neto respectivamente.
Si una compañía vende un activo fijo, debe restarse o sumarse del ingreso neto el resultante de la misma, ya sea que hubo ganancias o pérdidas.
De esta manera se puede calcular el flujo de efectivo para operaciones, ya que la empresa debe ingresar la venta de activo fijo en la sección de actividades de inversión del Estado de Flujos de Efectivo de su contabilidad.
La ganancia o pérdida que la empresa tenga será igual a la diferencia entre el precio de venta del activo y el valor en libros del mismo.
En otras palabras, esto es igual al costo de adquisición menos la depreciación acumulada del activo fijo.
Para explicar mejor esto tomemos un ejemplo:
Una compañía paga US$900.000 para adquirir una máquina extrusora de piezas de aluminio con una vida útil de 7 años y un valor residual de US$200.000.
Supongamos que los gastos lineales de depreciación del equipo son de US$100.000.
Aplicaremos la fórmula (Valor del activo - Valor residual) / Vida útil, lo que nos dará la ecuación:
(US$900.000 - US$200.000) / 7 = US$100.000
Esto significa que el flujo de efectivo de operación se incrementará en US$100.000 cada año durante los 7 años de vida útil del equipo.
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Esto se debe a que la depreciación no envuelve el gasto de efectivo.
Por otro lado, si la compañía vende este equipo por US$250.000 al final de su vida útil, la ganancia será US$50.000 (US$250.000 - US$200.000), cifra que se añadirá al ingreso neto de la empresa.
Entonces, el cálculo del flujo de efectivo para operaciones debe incluir una deducción de US$50.000 porque el total del producto de la venta de US$250.000 es parte del cálculo de inversión del flujo de efectivo.